La industria llantera nacional vive dos realidades: la fabricación y la distribución. Por un lado, el sector automotor en México ha crecido 115% en los últimos cinco años, pues de fabricar 1.51 millones de vehículos, hoy se manufacturan 3.22 millones; incluso, la propia industria estima que para 2020 la producción será de cinco millones.

Desde esa perspectiva, la industria está cómo nunca, pues el mercado estaría demandando 25 millones de neumáticos en tan solo cuatro años. El producto de equipo original seguirá viviendo el apogeo automotriz. Pero por otro lado, en la parte de la distribución, el gremio se ha venido recuperando de una dolorosa caída del 7% sufrida apenas en 2013: un crecimiento de 2% el año pasado y una expectativa similar para 2015 son el resultado de dos años de trabajo que dejan ver más de cerca la recuperación de los buenos niveles de 2012.

Así lo explica Raúl Castillo, Presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas y Plantas Renovadoras. Sin embargo, aclara que particularmente en el segmento de unidades pesadas, el panorama es un tanto más positivo, pues el crecimiento en la venta de llantas ha oscilado entre 3 y 3.5% en los periodos más recientes, justo a la par de la propia colocación de vehículos.

La gran diferencia, explica, radica en cuatro factores fundamentales en el segmento de vehículos pesados. La demanda del mercado es menos elástica, es decir, el transportista requiere neumáticos sí o sí, pues no puede aplazar su intercambio, a diferencia de un conductor de auto y camioneta.

El conocimiento que los transportistas tienen de los neumáticos puede llegar a ser tan especializado que el consumo programado y eficiente de las llantas se da de una forma tan natural que contrasta con el poco o nulo conocimiento que suelen tener transportistas con flotas más pequeña, incluso, muchos hombres-camión.

El tercer factor es la posibilidad de renovar las llantas, que si bien en autos y camionetas es prácticamente inexistente, muchos transportistas desconocen los beneficios de esta práctica y es por eso que promueven un mayor consumo de neumáticos nuevos, aunque no sean de la mejor calidad.

Y la falta de producción nacional, pues a pesar de que Tornel es el único proveedor en el país que fabrica llantas para camión, se trata de neumáticos convencionales (tecnología que va de salida) y las 120,000 piezas están lejos de satisfacer la demanda de 4 millones 200,000 piezas que requiere el mercado nacional.

Por eso, para solventar la demanda de más de 4 millones de llantas, México importa productos. Y sobre la posibilidad de que en el país se produzcan neumáticos radiales para camión, Castillo considera que hasta el momento, las fábricas han hecho sus cálculos y no han visto la oportunidad para hacer una inversión de esa naturaleza. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que alguna marca tome la iniciativa y decida hacerlo.

¿Llanteras o centros de servicio?

“La industria automotriz en México es la número uno en lo que va del año, incluso por encima de la petrolera, del turismo y de las remesas. Las llantas, en este sentido, se convierten en una gran oportunidad para el gremio y es un error asumir que solamente vendemos llantas”, así lo considera el presidente de Andellac.

Es por eso, agrega, que no podemos seguir compitiendo en precio, pues el mercado ha cambiado y el gremio está obligado a cambiar su modelo de negocio, es decir, “no podemos seguir haciendo lo que hacíamos hace 20 años. La industria está obligada a ofrecer un servicio holístico, apostarle al servicio y no solo al producto”.

Y justo en este punto hay que hacer un énfasis en la opción del renovado. El directivo explica que si una llanta Premium puede costar 7,000 pesos y la más económica 2,000 la diferencia es obvia; sin embargo, con una visión a largo plazo y con estudios perfectamente medibles: rendimiento de combustible o desgaste del vehículo y vida útil de los neumáticos, la diferencia también es evidente.

La llanta que costó 6,000 pesos puede ser renovada tres o cuatro veces en promedio y en el mismo periodo el transportista ya invirtió más dinero sustituyendo los neumáticos baratos, pues su vida útil es notablemente menor. El costo por kilómetro no miente.

En este sentido, la Andellac ha impulsado una campaña para promover la capacitación y el conocimiento como estandarte del gremio, de tal manera que un centro de servicio (que no una llanera) puede asesorar perfectamente a los usuarios sobre la ingeniería que está detrás de los neumáticos y los beneficios que resultan de una inversión con mucha más información.

Finalmente, el entrevistado explica que la edición 42 de Expo Foro Andellac estará enfocada en tres pilares fundamentales: el cambio, el futuro económico y político del país y la necesidad de ajustar el modelo de negocio.