El quebranto provocado por las bandas dedicadas al robo de combustible, conocidas como `huachicoleros´, oscila entre los 15 mil y los 20 mil millones de pesos al año, afirmó el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en entrevista telefónica para Despierta con Loret.

El funcionario destacó que el robo de combustible es un delito que lesiona a las familias, el tejido social y se traduce en un daño al erario, por lo que se debe atender también desde la perspectiva de Hacienda.

“La participación de Hacienda se requiere porque el robo de combustible se traduce en que recaudemos menos IEPS de gasolina o cuando se vende litros que no son de litro, eso es defraudación fiscal”, afirmó José Antonio Meade.

Meade Kuribeña destacó que se requiere una estrategia integral para combatir el delito de robo de combustible, y argumentó que “Hacienda persigue la evasión; Pemex está pendiente de la operación y necesitamos fuerza pública, la participación de la procuraduría y la coordinación con los estados”.

De la coordinación de las autoridades, informó que se logró el cierre de 13 gasolineras, en las que se identificó la venta de gasolina robada.

Subrayó que esto se logró mediante el trabajo continuo, tras identificar, con cruce de datos, cuáles pueden ser las gasolineras en las que hay patrones irregulares, cambios o reducción abrupta en las compras.

Atacar este delito, dijo, sólo puede lograrse “usando tecnología, con presencia física, con inteligencia financiera, con la intervención de Profeco, el apoyo de los estados y la fuerza pública”.

José Antonio Meade informó que Pemex aumentó la tecnología para monitorear los ductos y detectar dónde se ha hecho un agujero y dónde se desvía el combustible.

No obstante esos avances, reconoció que “hay mafia dentro y fuera de Pemex; y es probable que haya participación de empleados. Por eso comenzamos la rotación de personal y así revisamos de que manera participan, coludidos con empleados municipales”.

Y advirtió: “no podemos ir sólo contra quienes pican el ducto, también contra quienes compran, porque es un fenómeno de oferta y demanda; la estrategia debe recoger los dos elementos, y no hablamos de alguien con tres bidones, sino de miles de barriles que se venden de manera clandestina”.

Reconoció que Puebla es el estado que tiene sus mayores expresiones el robo de combustible, seguido de Guanajuato y Veracruz.

El funcionario subrayó que en la persecución de este delito están poniendo en práctica todas las tecnologías, no sólo la que permita detectar dónde se picó el ducto, sino que permita bloquearlo donde sale el combustible, además de que se comprometió a destrabar el proceso legislativo, gracias a que la cámara de diputados aprobó una legislación que está pendiente en el senado, según la cual la posesión también es un delito.