La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) dio a conocer el trabajo “Transición hacia mercados competidos de gasolina y diesel”, en el cual identifica posibles obstáculos que afectarían la apertura de los mercados de estos combustibles, además de ofrecer propuestas de solución previas a la liberalización de precios, que está programada para iniciar el 1 de enero de 2018.

Entre las recomendaciones presentadas en este documento se encuentran:

  • Revisar y modificar el actual sistema de precio administrado, el cual se integra por un precio máximo de venta al público y una banda de precios, a fin de incentivar actividades de importación y comercialización de agentes económicos distintos a Pemex.
  • Permitir, de aquí al 31 de diciembre de 2017, precios regionales máximos de venta al público, a fin de que éstos reflejen realidades logísticas nacionales, fomenten la concurrencia y habitúen a los consumidores a las diferencias de precios que son propias de un mercado abierto.
  • Garantizar, en el proceso de Temporada Abierta que será llevado a cabo por Pemex, el acceso abierto a la infraestructura de almacenamiento y transporte de esa empresa mediante mecanismos competitivos que favorezcan las nominaciones más eficientes, por ejemplo mediante subastas de capacidad.
  • Definir, cuanto antes, una política nacional de suministro.
  • Remover restricciones a la libre participación de la inversión extranjera en actividades de transporte de petrolíferos por medios terrestres y marítimos.
  • Homologar las normas oficiales sobre la calidad de gasolinas y diesel con los estándares internacionales aplicables en los mercados de referencia (Estados Unidos y Europa), a fin de promover la importación y uso de dichos productos.
  • Revisar que los esquemas de agrupación o concentración de estaciones de servicio sean plenamente compatibles con el marco jurídico en materia de competencia.
  • Garantizar que todos los contratos de suministro, franquicia y comercialización (vigentes y futuros) entre Pemex y las estaciones de servicio sean compatibles con el régimen jurídico vigente y no impidan la movilidad hacia fuentes alternativas de abasto o modelos independientes.
  • Eliminar restricciones locales que limitan abasto y otorgan ventajas indebidas, por ejemplo requisitos de distancias mínimas entre estaciones de servicio o de superficies mínimas –no sustentadas por razones de seguridad– para su construcción.
  • Generar y publicitar información para que los consumidores puedan comparar los precios de venta de gasolinas y diesel (presencialmente y vía remota) sobre bases de homogeneidad.

La COFECE señala que el éxito de la reforma energética en estos mercados dependerá, en gran medida, del ingreso de nuevos agentes económicos en todos los eslabones de la cadena productiva, por lo cual considera fundamental enviar desde ahora señales correctas de precios, incentivar el desarrollo de infraestructura y garantizar el acceso abierto de la existente, promover fuentes de abasto diversas, fomentar la entrada y participación de agentes económicos en todas las actividades de la cadena productiva y evitar conductas anticompetitivas o fenómenos de concentración indebidos.

Finalmente, apunta que, independientemente de las recomendaciones arriba referidas, la COFECE podrá, en cualquier momento, hacer uso de sus facultades para promover y proteger la competencia y libre concurrencia en estos mercados, por ejemplo, mediante la emisión de opiniones, la revisión de concentraciones o la investigación de posibles prácticas anticompetitivas sancionadas por la ley.