La falta de sistemas de información con criterios homologados para recabar, interpretar y compartir datos y estadísticas, impide dimensionar la problemática real de los accidentes viales y su impacto en la economía del país y la vida de los mexicanos.

Por ello, en entrevista para TyT, José Valente Aguilar Zinser, titular de la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), explica cuáles son los cinco pilares con los que el gobierno federal busca mejorar la seguridad vial en el transporte y el país.

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1.- Gestión de la seguridad vial

El funcionario federal señala que para lograr esta gestión se requieren una Ley General de Seguridad Vial, una Agencia de Seguridad Vial y un Observatorio de Seguridad Vial –organismos que serían autónomos–; dado que esto facilitaría no solo tener un panorama real de la problemática, sino también ayudaría a tomar las medidas necesarias para resolverla.

Por ello, señala que es preciso homologar el criterio de información en los tres niveles de Gobierno, utilizar el mismo método y las mismas variables para cuantificar el problema y así poder elaborar una política pública adecuada para solucionarlo.

Crear esta ley implica una modificación constitucional, lo que significa indicarle a los estados cómo expedir licencias, lo cual puede ser considerada una intrusión en la soberanía de las entidades, por lo que el trabajo político es muy complejo para convencerlos de que no es así.

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Respecto a la recaudación, análisis e intercambio de la información, el Director General de Protección y Medicina Preventiva menciona que como parte de los logros del área a su cargo, ya se tienen los sistemas para administrar y aprovechar las cifras, cuyo único propósito es lograr que los datos que generan los estados tengan un mismo modelo y se concentren en los servidores existentes para su gestión. El modelo y la tecnología que ya se probaron con éxito en la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante.

“Ya estamos listos, lo que no tenemos es el ordenamiento y la voluntad política y cultural para que todos los estados recaben la misma información con el mismo criterio y la reporten en el mismo lugar”, menciona.

“Las estadísticas son lo mejor que tenemos ahora, pero no son las ideales, y esto lleva a tomar decisiones insuficientes para atender el problema, porque no permiten crear conciencia en la gente”.

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2.- El usuario seguro

A diferencia de otros países, México no realiza exámenes de conocimientos ni de conducción práctica a sus ciudadanos para otorgarles una licencia de manejo, lo que resulta en una pobre cultura vial.

“La gente en México aprende a conducir de manera informal, no se le enseñan las leyes, los límites del vehículo, la mecánica, primeros auxilios, etcétera. Hoy, para sacar una licencia todo lo que tiene que hacer es pagar; nadie le pregunta nada, nadie lo evalúa”.

Se tiene que regular en materia de expedición de licencias como una acción urgente. Debe existir un número único para cualquier licencia que se tramite en el país, y un expediente único para que la autoridad pueda ver los antecedentes del conductor y sancionar. Algo que actualmente no se puede hacer.

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3.- Vehículos seguros

Aguilar Zinser señala que lograr vehículos seguros es una tarea en la que la industria debe cooperar, pues considera “absurdo” que hoy se comercialicen unidades que no cuenten con frenos ABS, controles electrónicos de estabilidad, sistema de amortiguación del impacto ni bolsas de aire.

“La regla es: la misma calidad para todos en materia de seguridad”.

En este sentido, agrega, la Ley de Seguridad Vial deberá regular cuál es el estándar de seguridad para un vehículo armado y comercializado en México, según su tipo.

4.- Caminos seguros

México necesita más caminos que perdonen, es decir, infraestructura que basada en ingeniería moderna, regrese a la vía a los vehículos.

En Europa, prácticamente todas las carreteras cuentan con bardas de contención que regresan al automotor relativamente sin daños a la carretera.

Por ello, el directivo señala la necesidad de crear una regulación acerca de las características mínimas para construir carreteras en cualquier par-te del país.

5.- Atención médica prehospitalaria

La intervención médica oportuna es fundamental para salvar más vidas, o bien para minimizar el porcentaje de personas que muere en el trayecto al hospital tras un accidente vial. La llamada “hora dorada“ es la principal área de oportunidad.

Sin embargo, en México la atención prehospitalaria se ha manejado más como un negocio que como una acción social, en el que los paramédicos se disputan a los heridos para obtener ganancias incluso antes de brindar la atención requerida.

“Los paramédicos no están regulados adecuadamente, existe normatividad, pero eso no quiere decir que ellos la cumplan; cualquiera pinta una ambulancia y se pone a hacer negocio en la calle”.

Es indispensable regular la atención médica prehospitalaria, subraya el funcionario de la SCT, “Con un tiempo de respuesta rápido se ahorran dinero y complicaciones, y se evitan muertes y discapacidades”.

Próxima entrega: Transporte como motor económico

Puedes leer la entrega completa en nuestra edición de diciembre:

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