La industria automotriz en México vive su mejor momento. Hoy se producen más de 3 millones de vehículos al año y se espera que para 2020 la cifra supere las cinco millones de unidades. Las oportunidades están ahí, esperando al que quiera tomarlas, hacerlas suyas y explotar el beneficio que representan.

Y es que la ubicación geográfica del país, que supone ser la punta de lanza para hacer de México la plataforma logística del continente, además de la mano de obra calificada y una rica red de distribuidores, resulta clave para seducir las inversiones de las principales armadoras en el mundo.

Solo así se explica que de 2011 a la fecha, marcas como Mazda, General Motors, BMW, Kia, Honda, Nissan-Daimler y Volkswagen hayan anunciado inversiones superiores a los 12,000 millones de dólares, cifra que fortalecerá la tendencia que ha colocado a México como uno de los principales países exportadores de vehículos en todo el mundo.

Por mencionar los casos más emblemáticos, para 2016 entrarán en operación las plantas de Kia en Nuevo León y la de Audi en Puebla, además de la ampliación de la ya legendaria fábrica de Volkswagen en la misma entidad. Después vendrá Mercedes-Benz, en Aguascalientes y BMW en San Luis Potosí.

Los detalles de esta lista serían interminables. Por eso resulta importante hacer una pausa y destacar que la fabricación de tantos vehículos requiere mayor proveeduría automotriz, es decir, estas armadoras demandarán más autotransporte que mueva los miles de componentes que requieren para cumplir con sus metas. ¿Quién lo hará?

Si bien las empresas de autotransporte que proveen de estos servicios han consolidado su oferta en el sector, el crecimiento de un segmento (automotriz) demanda una mayor oferta de otro (autotransporte) y el crecimiento de ambas dependerá de su capacidad para solventar las necesidades del propio mercado.

Fabricar un vehículo resulta ser el pretexto perfecto para quienes busquen levantar la mano para poder participar en toda la cadena de suministro y no solo en la transportación del producto terminado. Así que para entender la complejidad y la riqueza de esta oportunidad, Flavio Rivera Mejía, Director General de la Planta de Daimler en Santiago Tianguistengo, explica en qué consisten las cualidades de las empresas proveedoras de la industria.

El perfil del autotransporte proveedor

Para empezar, afirma, es importante hacer una distinción en los conceptos, pues en esta cadena de suministro, las empresas transportistas no son proveedores sino socios estratégicos. “Esa es la cultura de Daimler, y particularmente en planta Santiago: ver a las empresas como actores que buscan el beneficio de la marca al mismo tiempo que solventan nuestras necesidades de transportación y vela por sus propios intereses de negocio”.

Por otro lado, la profesionalización de las empresas y la automatización de sus procesos resulta en firmas con una mayor capacidad para satisfacer la demanda de una planta con procedimientos tan complejos como ésta, pues a diferencia de una fábrica de vehículos compactos, en la base mexiquense se producen muchas más variantes y configuraciones de unidades.

En cuanto a la proveeduría de partes, Rivera detalla que las grandes áreas de oportunidad para el autotransporte de carga están en las negociaciones que puedan establecer con los proveedores principalmente de Estados Unidos: esos acuerdos que hace una línea de carga norteamericana ya sea con sus filiales en México o con empresas con la capacidad de mover las mercancías de la frontera hacia Santiago, por ejemplo.

Las flotas que proveen este servicio, que eventualmente estén interesadas en ofrecerlo, deben ser flotas profesionales. A decir del entrevistado: “contar con certificaciones City Pat o con estándares ISO deja ver su compromiso de que lo más importante para ellos es la seguridad de nuestras mercancías.

“Las empresas de autotransporte que nos proveen de materias primas asignan a una persona responsable de nuestra cuenta, de tal manera que su involucramiento directo en nuestras cargas ofrece mayor certeza, pues tanto la comunicación como la coordinación con nuestro gerente de tráfico construyen una entrega eficiente y responsable”.

Y esto, agrega, se traduce en un mejor servicio, pues en esta industria ya no es suficiente transportar mercancías del punto A al punto B. “Necesitamos una mayor flexibilidad por parte de las empresas del autotransporte a fin de que puedan satisfacer al 100% nuestras necesidades. Y eso, generalmente, se logra cuando éstas tienen mejor infraestructura, ofrecen mayor cobertura y su compromiso con nosotros va más allá de la sola transportación.

“Ellos son especialistas en el transporte, nosotros no. Por eso creemos en que somos socios estratégicos, pues mientras las dos partes ganamos, las dos nos retroalimentamos y crecemos juntos”.