El alza al precio de los combustibles provocará un aumento en productos y servicios, situación que afectará el bolsillo de la clase media y sectores más vulnerables. Por esta razón, es fundamental considerar la reducción del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), ya que esta carga fiscal impide que el precio de las gasolinas se mueva a la baja, como ocurre en el mercado internacional.

Así lo consideró Jesús Padilla, presidente de la Coparmex-CDMX, quien pidió sensibilidad política a las autoridades para atender el reclamo social y abrir los canales necesarios para que la ciudadanía pueda expresar su molestia ante los aumentos en los precios de los combustibles, además de solicitar a los inconformes canalizar su molestia dentro de los cauces legales.

Padilla Zenteno lamentó que nuevamente la necesidad recaudatoria del gobierno caiga sobre los bolsillos del usuario final, en lugar de ajustar los egresos del gobierno y eliminar gastos innecesarios tanto del Gobierno de la República, así como de los de los poderes Legislativo y Judicial.

Padilla explicó que esta escalada de aumentos golpeará con dureza la capacidad productiva de pequeñas y medianas empresas, lo que dificultará su permanencia y pondrá en riesgo su capacidad generadora de empleo.

Subrayó la necesidad de que se mejore la Ley del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, pues actualmente el costo de los combustibles lleva una carga fiscal superior al 40% del precio final.

La liberación de los precios de la gasolina, consideró, traería beneficios si no tuviera que soportar tan elevada carga fiscal, lo que queda de manifiesto cuando Pemex vende en Houston gasolina más barata debido a que está exenta de la carga fiscal mexicana.

A manera de ejemplo, recordó que de enero a noviembre de 2016 el gobierno federal recaudó a través del IEPS a gasolinas y diesel 263,546millones de pesos y en el proyecto de ingresos de la Federación para 2017, se proponía la recaudación 284,000 millones de pesos, por el mismo concepto.