En días recientes, el Gobierno del Distrito Federal publicó las regulaciones bajo las que el servicio de transporte privado Uber podría operar en la capital del país, situación que, por un lado, atendió algunas de las exigencias del gremio de taxistas y, por otro, apeló a la demanda de los usuarios, que por distintas vías se manifestaron a favor de la empresa estadounidense.

Más allá de la polémica que sigue existiendo entre unos y otros, la tendencia apunta al posicionamiento de esta modalidad en el transporte de personas; sin embargo, en otras partes del mundo, como en Hong Kong, ya existe una forma de transporte de carga bajo este modelo.

Al tener presencia en más de 295 ciudades de 58 países del mundo, ampliar su oferta suena bastante lógico, sobre todo si se considera que en casi todas las latitudes sigue registrando crecimientos de doble dígito.

Con el nombre de UberCargo, la aplicación ya opera en Hong Kong bajo la modalidad de transporte de mercancías en vanes dentro de una misma ciudad, y según sus propias palabras, está enfocada en atender las demandas logísticas de las empresas y las necesidades de movilidad de los usuarios que no cuentan con un vehículo para mover sus productos.

A diferencia del transporte tradicional, con esta app, los usuarios pueden darle seguimiento en tiempo real al vehículo que contrataron a fin de tener más certeza sobre los tiempos y distancias. O de ser el caso, también pueden viajar en la misma unidad.

Si bien, el modelo ha tenido buena aceptación en ese lugar, su llegada a México aún no se descarta ni se confirma, pues Uber en el país no tiene información al respecto.

Pero parecería que sólo es cuestión de tiempo, ya que la “uberización” de los negocios cada vez se extiende a más sectores: logística, hoteles, restaurantes, servicios médicos.

A finales de 2013, por ejemplo, la empresa hizo una pequeña sociedad con Home Depot en 10 ciudades de Estados Unidos para repartir árboles de navidad. Meses más tarde también incursionó en el reparto de mercancías para una tienda minorista para garantizar la entrega el mismo día de la compra.

Incluso, Travis Kalanick, CEO de Uber, ya ha tenido pequeñas incursiones bajo modelos específicos, tales UberFresh, con entregas de comida en cinco minutos; Uber Corner Store, que atiende las demandas de una tienda de conveniencia; Uber Rush, enfocado en mensajería express; y la antes mencionada UberCargo.

Otro de los casos que más ha llamado la atención es el de UberCopter, servicio de transporte en helicóptero recientemente lanzado en Bangkok, donde sortearon viajes gratuitos y que representaría un gran potencial, toda vez que se trata de una de las ciudades más congestionadas del mundo.

Esta misma modalidad ya ha sido probada en Nueva York, Bangalore, Cape Town, Melbourne, Río de Janeiro y Shanghai.

¿Oportunidades o retos para el autotransporte?

La tecnología supone ser el gran aliado de las empresas en esta era; sin embargo, con modelos como Über siempre habrá de tener dos aristas aparentemente antagónicas, pues para unos, como el hombre-camión o los pequeños transportistas, podría significar una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo.

Sobre todo porque este segmento suele hacer viajes vacíos, situación que merma la productividad y la eficiencia del sector. A priori, un sistema como Uber podría solventar estos déficit; sin embargo, las flotas más grandes aún tendrían que hacer un señalamiento en torno a esta eventual modalidad en el país.

Y es que a diferencia del Uber que conocemos, un servicio de carga no representaría el mismo escenario que el de personas, toda vez que sería la SCT quien ofrecería las placas de servicio federal y no como sucede con las placas de taxi, que ha sido uno de los grandes temas a tratar en el país.