Por segundo año consecutivo la planta de Volvo Buses invitó a los hijos de sus colaboradores al evento denominado Convivencia Infantil, dos semanas en las que los pequeños tienen las oportunidad de visitar las instalaciones, conocer el trabajo que desempeñan sus padres y ser testigos del armado de los autobuses de la marca sueca.
Como proyecto piloto, este año se invitó a los hijos de los colaboradores de uno de los principales clientes de Volvo, Pullman de Morelos. Al llamado acudieron 39 niños, quienes desde muy temprano fueron recibidos por Rafael Kiesel, Director General de Volvo Buses México, en las instalaciones de la factoría ubicada en Tultitlán Estado de México.
Kisel explicó que el objetivo de llevar a cabo este tipo de actividades es reforzar la imagen de Volvo entre las futuras generaciones, quienes probablemente en unos años, se sumen a las filas de la marca sueca. El directivo sacó a relucir su buen trato con los pequeños y se encargó de que se llevaran en mente los tres principales valores de la marca: seguridad, calidad y responsabilidad con el medio ambiente.
El responsable de Volvo Buses México señaló que la planta mexiquense recibe a cerca de 400 niños en cada periodo de vacaciones de verano, cifra que para el próximo año podría ampliarse al extender estas visitas una semana más. Agregó que también se buscará que los hijos de otros de sus clientes asistan a estas jornadas infantiles, diseñadas para reforzar el sentido de pertenencia de los colaboradores de la planta, el valor de la marca y la importancia de compartir con el futuro de nuestro país, el trabajo realizado por Volvo.
Los pequeños visitantes recorrieron todas las áreas de la empresa, realizaron una vista guiada por la planta para conocer el proceso de fabricación de los autobuses, compartieron el comedor con los colaboradores, fueron testigos de las pruebas a las que someten las unidades antes de ser entregadas a los clientes y realizaron una serie de dinámicas y juegos organizados por el personal de Comunicación y Recursos Humanos.
