El sector transporte es uno de los que más esfuerzos ha realizado para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), ya que son precisamente los camiones y autos, al usar productos derivados del petróleo como combustibles, los que más contribuyen al cambio climático. Aún cuando ha quedado más que demostrado que no hay una única fuente de energía que pueda sustituir al petróleo por sí sola, algunas marcas han destinado importantes recursos humanos y económicos a la investigación y desarrollo de nuevos sistemas de tracción y combustibles que emitan menos dióxido de carbono (CO2).

Volvo es precisamente una de las empresas que ha participado activamente en este proceso de desarrollo y ha optado por centrarse principalmente en aquellas alternativas que cumplen con las normativas más exigentes en lo que respecta a eficiencia energética y con un reducido impacto medioambiental. Para lograrlo se ha involucrado en la extracción de materias primas hasta el consumo del vehículo, un enfoque denominado “well-to-wheel” (desde la fuente hasta la rueda).

Gracias a su trabajo en este sentido Volvo Trucks se ha convertido en el primer fabricante de camiones que ha realizado pruebas, en flotas europeas y estadounidenses, con un nuevo biocombustible denominado Bio-DME (Di-Methyl-Ether), un combustible que procede de la biomasa, y una forma de producir carburante para sus camiones de forma renovable y emitiendo mucho menos carbono. Es un gas, pero se convierte en líquido a baja presión. Su manejo es sencillo, ya que se requiere un proceso similar al del gas Licuado de Petróleo (LPG). Hoy en día su uso más común es como propulsor en latas de aerosol.

Los primeros camiones que estuvieron a prueba con este biocombustible circularon por Suecia en el 2010. Se comprobó que las emisiones de estos camiones se redujeron en un 95% comparadas con las de los camiones que funcionan con diesel.

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Gran potencial

Este biocombustible tiene un enorme potencial. El Bio-DME es dimetiléter procedente de biomasa, de madera, en este caso, aunque también se puede producir a partir de desechos procedentes de la agricultura. Por tanto, es un biocombustible de segunda generación, ya que no compite con la producción de alimentos.

Según cálculos de la propia empresa, el Bio-DME podría sustituir a la mitad del diesel que consumen en la actualidad los vehículos comerciales europeos. El Bio-DME que usa Volvo procede de un producto llamado licor negro, que se consigue gracias a la pulpa de la madera. Hasta ahora, los conductores que han probado el nuevo biocombustible no han percibido cambios significativos frente al diesel tradicional. Continúan con su trabajo sin prácticamente emitir gases contaminantes. Además, el motor emite menos ruido.

Volvo planea comercializar la tecnología DME en Norteamérica este mismo año luego de la exitosa prueba de sus modelos VNL con motor D13 en la región de San Joaquin Valley en California. El futuro de los combustibles sin duda es hoy.

Ventajas de Bio-DME

· 95% menos emisiones de dióxido de carbono que el diesel. No hay emisiones de partículas de hollín.· Mayor eficiencia energética comparada con otros biocombustibles