Por Rita Segura.

La segunda parada de la Mack Experience a la que acompañamos a transportistas y distribuidores invitados por Mack México nos llevó a la planta de ensamble de la armadora en Macungie, Pensilvania.


Estas instalaciones –en las que se invirtieron 25 millones de dólares– abrieron sus puertas en el año 1975 como consecuencia del programa de expansión que la marca estaba implementando para satisfacer las necesidades de sus clientes.

Aquí se recibe gran parte de la producción de motores, transmisiones y ejes de Hagerstown. En contraste con lo que pudimos apreciar en nuestra visita a dicha planta (altamente robotizada), en ésta los procesos en la línea de ensamble son 100% manuales ya que los modelos Mack son personalizados.
Durante el recorrido, Matt Walsh, Director General de Mack Trucks en México nos explicó que el sistema de producción que se aplica en esta planta sigue los más estrictos estándares de mejora continua (Kaizen). El objetivo fundamental del Kaisen es la eliminación de todos los obstáculos que impidan el uso más rápido, seguro, eficaz y eficiente de los recursos de la empresa.

Una manufactura integrada aumenta el rendimiento
Macungie es el lugar donde nace cada camión Titan, Granite®, Pinnacle™ y TerraPro™ de Mack que circula alrededor del mundo es por ello que resultó realmente enriquecedor para los transportistas recorrer cada estación de trabajo y apreciar cómo los motores, transmisiones, ejes y electrónicos se integran a cada uno de los chasises que viajan, como flotando, a través de la línea de producción. Desde el eje trasero pasando por la pintura del chasis hasta el montaje del emblemático Bulldog® en el cofre, todo eso tuvimos oportunidad de apreciar directamente.
Una vez concluido este recorrido, nos trasladamos al Mack Customer Center, ubicado en Allentown, ahí pudimos conocer la rica historia de la marca en el museo que la Manufactura ha montado en dichas instalaciones y vivir la parte más esperada de nuestro viaje…

El momento de la verdad
La Mack Experience no podía estar completa sin una prueba de manejo. Todos los integrantes de este grupo estaban ansiosos por probar las unidades, así que acudieron a la cita en la pista de pruebas de Mack en estas mismas instalaciones de Allentown. Ahí, cada uno de ellos manejó las unidades Pinnacle™ equipadas con la transmisión mDrive Automated Manual Transmission.
Al preguntarles cómo había sido la experiencia de manejo, todos coincidieron en afirmar que es sencillo, cómodo y que estas cualidades sin duda representarían importantes ahorros en componentes y combustible ya que se mantiene el rango.