A dos días de la elección presidencial, una verdad innegable es que la gran mayoría de las encuestas publicadas mensualmente pone a dos candidatos claramente adelante.

Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya van a la cabeza: es probable que alguno de los dos sea el próximo presidente de México. Y justamente a partir de sus plataformas de Gobierno, sus propuestas y sus propias palabras, platicamos con especialistas que plantearon posibles escenarios para el futuro inmediato.

 

“La transformación de fondo no depende de un candidato”

 

El politólogo Macario Schettino considera que ante las dos posibilidades, es difícil adelantar un escenario con López Obrador, ya que ha dado diferentes discursos sobre diversos temas y ante distintos públicos, incluso, en algunos casos contradictorios.

Un tema importante sobre esta posibilidad, explica, es que el candidato de MORENA no tenga la capacidad de echar atrás la Reforma Energética, ya que no es tan fácil modificar la Constitución. Sin embargo, sí podría posponer la celebración de más licitaciones y con esto frenar el impulso que hoy tiene esta disposición.

Por otro lado, muy parecida a la del Gobierno actual, sería una administración encabezada por Ricardo Anaya, quien confía en la Reforma Energética y en términos generales, podría mantener varias políticas y algunas mejoras en el sistema político.

Respecto a la negociación del TLCAN es difícil adelantar escenarios; sin embargo, todos los candidatos se han pronunciado en contra de aceptar condiciones desfavorables para México y diversificar los horizontes comerciales del país.

Desarrollo de infraestructura, inversión extranjera y generación de empleos, son tópicos comunes en ambas plataformas, pero ¿qué le hace falta a México para dar el salto de calidad y pasar de ser un país maquilador a uno con mayor participación en industrias de valor agregado?, ¿con qué candidato sería más factible? Schettino es muy claro:

“No creo que dependa de ningún candidato. La razón por la que México no ha sido capaz de convertirse en un país productor de valor agregado es la escasa productividad de los trabajadores, que está asociada a un sistema educativo que no funciona. Entonces, ningún candidato va a cambiar esto solamente por haber ganado”.

Y es que de acuerdo con el especialista, el problema económico del país es más complejo que un grupo de empresarios que se hicieron empresarios por tener el apoyo del Estado (priista), situación que ahora se estaría reproduciendo con López Obrador.

“Al final, lo que México requiere es una transformación brutal de la economía mexicana que construimos hace 30 años y que todavía no acabamos. Y más que un candidato o un partido, se requiere la participación de la sociedad civil, de los medios, la academia y de la poca o mucha fuerza que hoy tienen las instituciones”.

 

¿Y sobre la seguridad?

 

Históricamente éste ha sido el gran tema del autotransporte. ¿Qué hay en el discurso de los candidatos? Sergio Aguayo, especialista investigador del Colegio de México, considera que, a priori, el plan de trabajo de Andrés Manuel está más acabado que el del panista.

De entrada, explica, López Obrador ha dicho que replicará las charlas matutinas que ofrecía cuando era Jefe de Gobierno. Tras una reunión de gabinete, en su calidad de comandante en jefe, establecería las prioridades del día, y si bien esto no representa una solución per se, sí supone una gran oportunidad para las cúpulas del autotransporte para colocar en estas reuniones los temas de su agenda.

Y, eso sí, la seguridad de los mexicanos es el tema de mayor relevancia en el discurso del candidato de MORENA.

Por otro lado, Ricardo Anaya ha mencionado su intención de crear una Súper Secretaría de Seguridad Pública, cuyos principales cambios serían que el Cisen y la Policía Federal pasarían de la Secretaría de Gobernación a esta nueva entidad.

“La inseguridad tiene muchas caras, muchas facetas. Las dinámicas de cada sector y la atención que reciban del Gobierno, estará en relación directa con la disposición que tenga este sector de impulsar estos temas en la agenda nacional. Pensar, por ejemplo, en reforzar la vigilancia en tramos, horarios, e implementar puestos de seguridad, es algo que sí depende del Gobierno, pero en gran medida los resultados se darán con el acercamiento de las asociaciones y cámaras”.

Además, la tipificación del robo al transporte como delito federal puede ser la mejor oportunidad para crear sinergias no solamente con el próximo presidente, sino con gobernadores y legisladores, ya que al margen de quién gane, prácticamente cualquier sector tendrá suficiente tiempo para acercarse a dialogar y definir una estrategia conjunta.

Alfonso Durazo, en Seguridad Pública, y Javier Jiménez Espriú, en la SCT, ya están alineados a la estrategia ante un eventual triunfo de MORENA, y, a diferencia de la situación con Anaya, hay quienes ya pueden empezar a mover sus fichas para definir el rumbo del sector.

 

¿Y el precio del diesel?

 

Como resultado de la Reforma Energética, el Gobierno liberalizó el precio de los combustibles. Bueno, casi, ya que aún establece precios base para que los empresarios calculen su utilidad y definan el precio final. Para entender mejor este tema, César Pereda, Director General de Grupo PERC, explica las posibilidades para el mercado nacional.

Y es que del contenido del precio de los combustibles, el 40% corresponde a impuestos, de tal manera que si el Gobierno los reduce o elimina podría haber mejores precios. Sin embargo, si la liberación se da con una alta tasa impositiva no se va a reducir el precio jamás, ya que siempre quedará muy alto con respecto a otros mercados internacionales.

Sobre la llegada de López Obrador o Anaya al poder, el especialista considera que todo puede pasar, ya que en el caso del panista se pronostica continuidad, mientras que con MORENA, se dice que va a bajar los precios y los va a controlar, lo que representa ir contra la Reforma Energética en cuanto a la liberación de precios.

“Sí es posible hacerlo, pues llevamos con precios controlados toda la vida. Sobre si es viable económicamente, no necesariamente y no en todos los casos, ya que cuando el precio baje en el mercado internacional, los mexicanos pagaremos más caro y cuando el precio internacional se eleve mucho, el Gobierno tendrá que subsidiar. Es cuestión de cuánto dinero le quiera meter AMLO cuando tenga que subsidiar y qué tanto está dispuesto a sacrificar políticamente cuando le reclamen que el precio es más caro en México que en el extranjero”, señala.

López Obrador puede bajar los precios reduciendo impuestos. También es importante considerar su propuesta de apoyar a Pemex, “aunque como siempre se contradice, hay que tener cuidado”, porque para apoyar a la paraestatal tiene que apoyar la Reforma Energética, la liberación de precios, incentivar la inversión privada en la exploración y demás actividades del proceso. ¿De qué otra forma podría apoyar a Pemex?

También ha dicho que construirá dos refinerías. “Se sabe que en el mundo hay capacidad de refinación excedente, específicamente en Estados Unidos, por lo que se argumenta no tener que invertir en construir refinerías por no tener una justificación económica desde el punto de vista empresarial.

“El tema es que México no es una empresa, es un país, un país que más que buscar una viabilidad económica, debe buscar una viabilidad atendiendo otros enfoques como: generación de empleos, desarrollo de una industria petrolera nacional, reducir importaciones de un producto básico (que por cierto, cada vez importamos más), redundancia de inventarios y seguridad nacional, entre muchos otros”.

Es importante precisar, añade Pereda, que la Reforma Energética está impulsando la extracción de crudo para recuperar la producción nacional del mismo: “Sería ridículo que mandemos nuestro crudo a otro país a refinar y tengamos que pagar el costo logístico de ida y vuelta, además de pagar el proceso de refinación efectuado en otro país. Desde mi punto de vista, construir dos o más refinerías resolvería muchos puntos, incluyendo tener precios del combustible más bajos”.

Por otro lado, Anaya ha dicho que revisará los impuestos de los combustibles. ¡Qué bueno! porque como se dijo, impactan en el 40% del contenido total del precio.

“Creo que tener un único impuesto con un destino definido y relacionado con el consumo de combustibles, como construcción de más infraestructura carretera o pavimentar calles, o apoyar el sistema urbano de transporte; más estacionamientos o mejorar la infraestructura para la producción, refinación, almacenamiento y distribución, de los mismos, puede tener más sentido para todos.

“Vale la pena considerar que ya se está elaborando una ley de almacenamiento de combustibles que va a encarecer más el precio, y con toda la inútil y costosa regulación que se exige por parte de la CRE y la ASEA, tarde que temprano también se reflejará en el precio. Algo relevante que urge que suceda, es que realmente se libere el precio, para lo que es indispensable que el IEPS, que varía por semana, lo fije. Sin esto, los privados jamás se animarán a importar en grandes volúmenes, lo que también repercutirá en altos costos de logística”.

De esta manera, a México le conviene continuar y mejorar la Reforma Energética, donde pueda explotar su reserva petrolera, dar trabajo, ser autosuficiente, dar confianza para la inversión nacional y extranjera, desarrollar la industria energética, exportar productos con valor agregado y revivir industrias olvidadas, como la petroquímica.