El impacto en los costos de operación y en las tarifas de las empresas de autotransporte  provocado por el alza en el precio de los combustibles, deberá ser determinado de forma individual con base en sus rutas, periodicidad de servicio, antigüedad de su flota, así como capacidad operativa y, posteriormente, realizar la labor de negociación con los usuarios de sus servicios, quienes decidirán si trasladan este aumento a sus consumidores finales.

Por lo anterior, Leonardo Gómez, Director General de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), expresó que no es posible determinar un porcentaje de incremento generalizado.

Añadió que es labor conjunta de las empresas autotransportistas y de las usuarias del servicio de carga, diseñar alternativas para hacer más eficiente su operación y contrarrestar el impacto del incremento en el precio del diesel.

Por otro lado, Leonardo Gómez manifestó que, si el aumento en los precios es reflejo de los valores internacionales y, el modelo que entrará en vigor en los próximos meses va en línea con los que operan en otros países, también es momento de que incremente la calidad de los combustibles que se comercializan en México y por qué no, como ocurre en la mayoría de las entidades de Estados Unidos, que se destine un porcentaje del precio del combustible a la mejora de la infraestructura nacional.

El representante de la ANTP también señaló que tanto el gobierno federal como las propias armadoras deben incentivar la renovación del parque vehicular mediante estímulos y tasas de interés preferenciales, enfocados principalmente a los micro y pequeños empresarios del transportes, pues al carecer de unidades eficientes, son los que más resienten el alza en los precios del combustible.

Durante la emisión radiofónica de la ANTP, Gómez señaló que entiende la molestia por el llamado “gasolinazo”, no obstante, consideró que, obstruir los caminos y la venta de combustible no es la mejor forma para demostrarlo.