Con más de tres décadas de experiencia en la fabricación de autobuses urbanos, Ayco tomó la decisión de incursionar en la producción de vehículos foráneos, debut para el que puso en marcha la operación de una nueva planta en el municipio mexiquense de Huehuetoca.

Nervi es el nombre de la carrocería que a partir de ahora será ensamblada en este nuevo complejo industrial con chasises: Volkswagen, Volvo y Scania, mientras que en combinación con la plataforma Mercedes-Benz se comercializará como Arggento.

Esta nueva planta cuenta con una línea de producción en forma de herradura, conformada por 24 estaciones, a través de las cuales van cobrando vida las unidades. La disposición de cada elemento cumple con el objetivo de proporcionar mayor eficiencia en cada proceso, optimizar el espacio, ofrecer total visibilidad de cada una de las etapas de fabricación, así como promover un entorno ordenado y limpio.

De momento, la capacidad máxima de producción de este complejo es de cinco unidades al día, entre dos y tres por cada turno. Cuenta con un sistema de rieles que evita que las llantas de los vehículos estén en contacto con el piso, garantizando su óptima alineación, incluso rebasando los estándares establecidos por los propios fabricantes de los chasises.

La ceremonia de inauguración de la planta estuvo encabezada por don Fernando Mangino, fundador de la carrocera nacional y presidente del consejo de administración de Grupo Industrial Mangino, quien en todo momento estuvo acompañado de sus hijos Fernando y Carlos, así como de Javier Benítez, director general de Ayco.

“A partir de hoy, una empresa 100% mexicana inicia operaciones en el mercado de autobuses foráneos, a través de una planta con tecnología de punta así como un equipo humano de ingeniería avanzada que nos permitirá producir unidades confiables para el transporte de pasajeros entre ciudades o destinos turísticos”, destacó en su discurso el patriarca de la familia Mangino.

Por su parte, su hijo Fernando, sucesor en la labor de llevar por buen rumbo el destino de esta compañía, destacó la labor que a diario realizan los cerca de 2,000 colaboradores que forman parte de las filas de Ayco, responsables de la producción de alrededor de 4,000 unidades al año, entre las que destacan sus modelos urbanos: Zafiro, Sigma y Orion. Precisó que, a partir de ahora, su vehículo foráneo Nervi, representa el siguiente paso en la evolución de la empresa.

Ambos integrantes de la familia Mangino agradecieron la presencia de los directivos de los cuatro grandes fabricantes de chasises con los que están trabajando en este proyecto, quienes de forma simbólica recibieron las llaves de las primeras unidades producidas con cada una de sus plataformas, a excepción de Volvo, armadora con la que están próximos a iniciar la producción del Nervi.

En tanto, Javier Benítez aprovechó la ocasión para recordar la historia de éxito que ha acompañado a Ayco desde la década de los 80, fecha en la que comenzó a cobrar relevancia gracias al diseño y comercialización de su vehículo Prisma, un microbús con chasises Ford EF350 y General Motors P30, los cuales estaban diseñados para unidades de carga. No obstante, aás adelante, trabajaron en el desarrollo de una plataforma especial para pasaje, con la cual llegaron a fabricar 40 unidades diarias hasta 1992.

La empresa mexiquense no tardó mucho en diversificar su oferta de unidades, y en 1994 comenzó a trabajar con chasis pasaje de 10 toneladas en adelante, proyecto que la empresa realizó con Mercedes-Benz para carrozar una plataforma MBO 1017, relató el directivo.

Benítez también hizo referencia a los principales atributos de Ayco, entre los que destacó: calidad, entregas a tiempo, precio competitivo, confiabilidad y flexibilidad para adaptarse a los requerimientos de cada uno de sus clientes, logrando así su máxima satisfacción.

De manera especial, resaltó el sistema de trabajo integrado con el que operan, es decir, dentro de su planta fabrican la mayor parte de los componentes que utilizan para la confección de sus carrocerías: ventanas, asientos, plásticos, arneses y partes metálicas, lo cual, de acuerdo con su testimonio, les permite tener un mayor control de calidad, mejorar los tiempos de entrega y control en sus costos.

De esta forma, en presencia de sus socios de negocio, distribuidores, clientes finales y personajes clave en el desarrollo de la compañía a lo largo de los años, Ayco emprendió el camino hacia un nuevo segmento, en el que mediante trabajo, talento de su gente, experiencia y cercanía con los requerimientos del mercado, confía en replicar el éxito que ha alcanzado en la producción de autobuses urbanos.