Previo a su comercialización, los vehículos de la compañía son sometidos a una serie de pruebas y validaciones que permiten garantizar su óptimo desempeño, eficiencia y seguridad a lo largo de su vida útil; ésta y otras labores de desarrollo e innovación son llevadas a cabo en el Centro Técnico de PACCAR.

Para conocer más acerca de la relevancia de este centro, su director general, Philip Stephenson, habló de las áreas que lo conforman. La primera, señaló, está enfocada en la validación de nuevos diseños y sistemas de los vehículos. Aquí se proyectan y ejecutan las pruebas pertinentes y, una vez superadas, se firma la autorización para liberar su producción.

La segunda área es la responsable del desarrollo de los nuevos motores, y para llevar a cabo este trabajo, el Centro dispone de más de una decena de espacios destinados a realizar pruebas del motor y tren motriz. Además, cuenta con un sofisticado dinamómetro para probar el camión completo; esta herramienta les permite simular diferentes condiciones del terreno y el ambiente. Es posible representar altitudes de hasta 4,000 metros y temperaturas de menos 33 y superiores a los 50 grados.

La tercera área que conforma el Centro Técnico es la de tecnología avanzada, la cual efectúa la investigación y desarrollo de los productos y sistemas que cobrarán vigencia en los próximos cinco y 10 años. En esta división, se evalúa la viabilidad tanto económica como práctica de los proyectos que van surgiendo. Se lleva a cabo un análisis detallado para garantizar que, efectivamente, cubra una necesidad en el mercado y pueda implementarse de forma óptima.

Uno de los proyectos de mayor relevancia realizados por el equipo de esta área, es el del vehículo autónomo que Kenworth presentó en la reciente edición de Expo Transporte ANPACT. El desarrollo de esta unidad comenzó en 2013 y, a lo largo de estos seis años, ha sido sometida a una serie de mejoras que, a la fecha, le otorgan el nivel cuatro de autonomía. Si bien su operación en condiciones reales aún luce lejana, ha servido de modelo para desarrollar sistemas de seguridad que ya están vigentes en los vehículos PACCAR.

Proyectos sobre la mesa

Stephenson compartió que, el Centro a su cargo, es responsable de validar la resistencia de la estructura de las unidades en aplicaciones con requerimientos especiales o sometidas a condiciones extremas de operación. Al respecto, comentó que han replicado en sus laboratorios y pista de pruebas, las condiciones de orografía y ambiente que han encontrado en algunas regiones de México, tal es el caso de las Cumbres de Maltrata, en el sureste de país.

La ventaja es que, a través de la infraestructura y equipo de medición con los que cuenta el Centro Técnico, pueden efectuar pruebas de resistencia para someter a las unidades al máximo esfuerzo, llevarlas al límite y garantizar que tendrán una óptima operación al momento de ponerlas a circular en condiciones reales.

Detalló que en solo seis semanas, son capaces de simular hasta un millón de millas recorridas para analizar el comportamiento que tendrá o los problemas que podría enfrentar a lo largo de su vida útil.

El directivo explicó que también se hacen validaciones de los sistemas eléctrico, electrónico y del software de la unidad. Adicionalmente, elogió el trabajo realizado por los expertos en ingeniería de materiales, cuya labor es identificar las materias primas más durables, ligeras y capaces de abonar a la confección de motores y estructuras. Destacó el uso del hierro grafito compactado, el cual ha cobrado gran relevancia en la producción de sus plataformas y se ha convertido en un sello distintivo de la marca.

Asimismo, resaltó la labor de 16 vehículos que constantemente realizan recorridos a lo largo del territorio norteamericano para poner a prueba las soluciones que se van desarrollando. Incluso comentó que, en varias ocasiones, estas unidades son incorporadas a la operación cotidiana de algunos de sus clientes para realizar validaciones más certeras.

 Recorrido por sus instalaciones

 Jorge Lozada, Ingeniero de Proyectos de PACCAR y Administrador del Programa SuperTruck II, explicó que este Centro Técnico cuenta con instalaciones en las que convive la tecnología con la naturaleza, propiciando así un espacio ideal para que sus más de 450 colaboradores disfruten de un entorno ideal para la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones a favor del ambiente y la sociedad.

Cuenta con laboratorios, edificio administrativo, centros de prueba de tren motriz y de motor. Está acondicionado con bahías de servicio para el mantenimiento de los 250 vehículos que conforman la flota de este centro para la realización de validaciones.

Parte fundamental de estas instalaciones, precisó Lozada, son las dos pistas que lo rodean. La primera de ellas es un circuito exterior cercano a las dos millas. En este espacio, dijo, es posible realizar pruebas de alta velocidad. Mientras tanto, la segunda, cuenta con una serie de obstáculos y todo tipo de pisos, lo que permite someter a los vehículos a condiciones extremas del camino y poner a prueba su durabilidad.

Por la eficiencia energética

 Con el objetivo de cumplir con las regulaciones ambientales que cada día se vuelven más estrictas, tanto en Estados Unidos como en Europa, el directivo manifestó que el instituto a su cargo también tiene la meta de preparar los motores a fin de cumplir con los estándares requeridos para 2021, 2024 y 2027.

Señaló que, como un ejemplo de estos desarrollos, la finalidad del proyecto SuperTruck II es mejorar la eficiencia del motor en un 20% y de la carga en un 100 por ciento, tomando como base un vehículo de 2009.

Partiendo de la idea de lograr la mayor reducción de emisiones contaminantes, la compañía apuesta por tecnologías innovadoras. En lo que a electrificación se refiere, destacó el sistema eRAD, el cual permite que cuando la unidad esté detenida alimente al sistema de refrigeración sin utilizar el motor en ralentí. Una demostración de este sistema fue también presentada durante la pasada Expo Transporte.