“El robo de camiones nos tiene locos”. Con esta frase, el Presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) empieza a describir parte del gran problema que ha azotado al sector en los últimos años: la inseguridad.

El delito es el mismo, dice, pero las implicaciones pueden ser drásticas. Si a un empresario con una flota de 10 camiones le roban cinco, sus días en este gremio podrían estar contados, pues su negocio depende de que esas mismas 10 unidades estén trabajando.

Por esa razón, el líder de la CONATRAM adelanta una propuesta que están puliendo para presentarla a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Básicamente se trata de un estímulo fiscal correspondiente al IVA de las unidades, es decir, del 16 por ciento, ya que los transportistas pagan impuestos mientras el Gobierno federal no vela por la seguridad en las carreteras.

“De esta manera, si a mí me roban un camión, que la autoridad federal nos estimule con el IVA, pues justo porque ellos no hicieron su trabajo, yo sigo perdiendo mi patrimonio”.

En ese mismo contexto, el empresario alude a la industria de vehículos pesados, para que ofrezcan un estímulo del 4 por ciento, de tal manera que los empresarios accedan a un 20% en total. “No queremos que nos regalen, sino que pongan de su parte, sobre todo la autoridad, por una cuestión directamente relacionada con el robo de camiones”.

Esto, agrega, es independiente a la resolución tomada sobre las reformas al artículo 19 que buscaban que el robo al transporte fuera considerado como delito grave. Los atracos van en aumento y por más policías que anuncie el Gobierno, los transportistas son los que pierden y pagan la poca o nula vigilancia.

“Sin duda alguna, el robo al transporte es un lastre para el sector, e indirectamente se traduce en un freno para la compra de unidades. ¿Para qué me compro un camión si me lo van a robar? Por eso urgen los estímulos fiscales y reforzar la seguridad. Con eso las pequeñas flotas y el hombre-camión podrán salir adelante”.