La importación de llantas (sobre todo asiáticas) de mala calidad, atender las demandas de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, crear campañas de acopio para los neumáticos en desuso y renovar el modelo de negocio de los distribuidores, son los principales retos a los que se enfrenta la industria llantera.

En el marco del 42 Expo Congreso Andellac, realizado del 1 al 3 de octubre, Raúl Castillo, presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas y Plantas Renovadoras, explicó que luego de cuatro años al frente de la agrupación, el gremio llantero está obligado a renovar la forma en la que se han venido haciendo las cosas durante los últimos años.

“El mundo cambió. Todo ha cambiado. Y en esta medida, nosotros como distribuidores de llantas también estamos llamados a cambiar, pues si seguimos pensando que nuestro es negocio es vender llantas, nuestras empresas desaparecerán.

No estoy diciendo que hay que dejar de vender llantas. Al contrario, ese sigue siendo el pilar de nuestro negocio. Lo que digo es que también hay que apostarle al servicio completo, a la comercialización de otros productos que complementan la estabilidad y seguridad de los neumáticos de un automóvil”.

Y si bien, agregó, la tarea de trabajar junto con las autoridades y otras asociaciones en materia de seguridad, ecología y bienestar económico sigue siendo una ardua tarea, no hay que quitar el dedo del renglón.

La voz de los fabricantes

En este mismo contexto, Tom Grávalos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Hulera y director general de Pirelli México, expresó que la entrada de llantas usadas pone en riesgo la seguridad en las carreteras y la situación del medio ambiente.

Es por eso que tanto las armadoras como las autoridades deben ponderar aún más los riesgos que esto genera, pues en materia de seguridad, el peligro no es sólo para el transportista que usa este tipo de neumáticos sino para todos los conductores que circulan a su alrededor.

En tanto, Martín Rosales, director general para Goodyear México, señaló que ante el crecimiento que está viviendo la industria automotriz en México, que se prevé que en cinco años pase de construir 3 a 5 millones de unidades, la oportunidad y la responsabilidad que tendrán los fabricantes será fundamental.

No sólo se trata de producir más llantas, dijo, sino de asumir la responsabilidad del reto, pues el crecimiento representa la oportunidad tanto para los que hacen llantas como para los que las importan. “La participación de mercado puede ser mayor para todos, pero hay que asumirlo con responsabilidad”.