Tras una investigación a nivel mundial sobre los riesgos en la cadena de suministro, SensiGuard concluyó que México es uno de los tres países en los que esta actividad encuentra en riesgo severo, principalmente por el robo al trasporte de carga, la corrupción y el crimen organizado.

En el documento elaborado por el Centro de Inteligencia de Supply Chain de esta firma, tiene el objetivo de proveer una amplia visión a nivel mundial para que los tomadores de decisiones de la industria, particularmente en los mercados más afectados, tomen las medidas necesarias respecto a la seguridad de la cadena de suministro.

Concretamente para el caso mexicano, destaca la alta incidencia de robo a transporte de carga en la zona centro del país, especialmente en Puebla donde se registra el 46% de los casos. Asimismo, señala, en la primera mitad del 2018, este delito ha crecido en un 20 por ciento, con 7,906 eventos.

Recordó que en más del 70% de estos incidentes ocurrieron mientras las unidades estaban en circulación. Los criminales utilizan dispositivos para bloquear las señales de GPS de las unidades o se valen de retenes policiacos falsos.

De igual manera, SensiGuard destaca que México es el número 29 de las 100 economías susceptibles a la corrupción. Sumado a ello, la fuerte presencia del crimen organizado prevalece en el todo el país.

Sin embargo, a pesar de que estos delitos han ido en aumento en años recientes, la firma prevé que el cambio de Gobierno brinde estabilidad al país, mientras continúe con su objetivo de luchar contra la corrupción e inseguridad.

Otro de los factores es la frecuencia con la que carreteras de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero son tomadas; así como la falta de mantenimiento de las vías de comunicación en algunas áreas del país.

El informe incluso contempla la vulnerabilidad de las costas mexicanas antes tormentas tropicales y huracanes, también los sismos que el año pasado sufrió el país.

Finalmente, cabe mencionar que las otras dos naciones calificadas por SensiGuard con riesgo severo en su cadena de suministro es Brasil y Sudáfrica, donde se han reportado incrementos en delitos como robo de mercancías, corrupción y crimen organizado.