En medio del estancamiento de la economía mexicana, en el segundo trimestre del año, el valor de esta actividad se desaceleró a su menor ritmo desde 2009 para después retomar un impulso moderado.

 

El estancamiento de la economía mexicana durante 2019, influenciado principalmente por la caída de la actividad industrial del país y los servicios, tiene un impacto directo en el autotransporte de carga, sector que entre abril y junio pasado presentó un ritmo de crecimiento de 0.9%, el menor desde 2009, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Pese a que el transporte de mercancías está relacionado con las actividades primarias, secundarias y terciarias, Nayeli Pérez Juárez, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, refiere que el decremento de la actividad industrial y la desaceleración del consumo interno son dos de los factores que más influyen en la debilidad mostrada por el autotransporte.

 

“El sector industrial no solo se estancó, sino que está decreciendo, y ello significa que se deja de producir. ¿Cómo llegas a los centros de abasto si no produces?  El sector industrial es muy importante porque dinamiza al resto”, expone en entrevista para TyT.

 

En septiembre, la actividad industrial que engloba a la minería, la construcción, la manufactura, así como a la generación y distribución de energía eléctrica y el suministro de agua y gas, hiló 12 meses de retrocesos al registrar una contracción de 2% anual, según cifras desestacionalizadas del INEGI.

 

Dentro del indicador, la manufactura se ha debilitado:  en septiembre pasado creció 0.1% con respecto a igual mes de 2018, cuando su ritmo de crecimiento era de 3.7%, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad.

 

Su comportamiento deriva, principalmente, de la situación económica general del país y de la desaceleración de la actividad industrial en Estados Unidos, de la cual depende en gran proporción, explicó Gabriela Siller, Directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, en su Perspectiva Económica de México, correspondiente al tercer trimestre de 2019.

 

Mientras que la construcción —golpeada sobre todo por los menores recursos destinados a la obra pública— y la minería se mantienen en números rojos desde 2018.

 

Así, las actividades secundarias, que representan casi 30% del PIB nacional, se contrajeron 1.5% en el tercer trimestre del año, y las terciarias o de servicios, que engloban 63% de la economía, mostraron un alza de 0.1% anual, se trata de su peor comportamiento desde la crisis de 2009.

 

En contraste, las actividades primarias incrementaron 5.4% anual. Así el PIB nacional se contrajo 0.2% en el tercer trimestre del año, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del INEGI.

 

El consumo rebasa por la derecha 

El consumo, que aporta dos terceras partes del PIB nacional, también ha perdido fuerza y es aquí donde los especialistas detectan otro impacto negativo para el transporte de carga, pues una menor demanda supone un menor traslado de mercancías.

 

En agosto pasado, el indicador mensual del consumo privado, que incluye la demanda de bienes y servicios nacionales e importados, reveló un crecimiento moderado de 0.1% anual, frente a un ritmo de 2.6% correspondiente a igual mes de 2018. De enero a agosto, el consumo privado en el país reflejó su menor desempeño desde 2009.

 

Desempeño, por debajo de las expectativas

Pedro Gómez Viveros, Presidente de #SoyLogístico Asociación, reconoció que el transporte de carga cerrará 2019 por debajo de las expectativas, pero lejos de un estancamiento.

 

“Definitivamente no fue como la industria en general esperaba, pues la expectativa de crecimiento que teníamos en muchos de los sectores era mayor”, dijo.

 

El experto coincidió en que el autotransporte resiente la desaceleración del consumo interno; a la vez que el sector de la construcción es un reflejo importante de la debilidad del PIB, debido a la cantidad de mercancías que moviliza y a la generación de empleos.

 

“Es una realidad que la desaceleración nos ha afectado. Las ventas —el consumo interno— han perdido un poco de fuerza ante la expectativa de lo que pasará al cierre de 2019 e inicio de 2020”, manifestó.

 

David Martínez Rojas, Director General de #SoyLogístico Asociación, estima que pese a la caída en las ventas de automóviles y de productos en establecimientos, no visualizan, “por lo menos” al cierre de 2019, una afectación importante en el movimiento de productos.

 

A partir del tercer trimestre de 2018, la variación anual del valor del autotransporte de carga en la economía inició una desaceleración, hasta crecer 0.9% en el segundo trimestre del año, su menor desempeño desde el último cuarto de 2009, cuando retrocedió 2.1 por ciento.

 

Entre julio y septiembre de este año, la actividad repuntó a 2.2%, según cifras preliminares del INEGI, aunque se trata de una mejora frente al periodo de abril-junio, es inferior al ritmo de 3.4% reportado en el tercer trimestre de un año atrás.

 

El autotransporte de carga aportó 3.2% de la economía nacional en 2018, y hasta 2017 generaba un millón 134,000 empleos en el país. Adicionalmente, de cada 100 pesos generados por la actividad, 87 se quedan en México, de acuerdo con información del INEGI y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR).