La semana pasada se dio a conocer una iniciativa que busca prohibir la circulación de los camiones doblemente articulados en la Sultana del Norte, al margen de la NOM-012 sobre pesos y dimensiones.

Esta medida argumenta el daño que causan los camiones a la carpeta asfáltica, y su estatus está en espera de ser votada en el Cabildo de Monterrey.

Para entender las afectaciones y posibles consecuencias de esta iniciativa, platicamos con Rogelio Montemayor, transportista regiomontano y expresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).

En su calidad de Gerente Comercial de MonRo, Montemayor señaló que a esta iniciativa le hace falta información, toda vez que los legisladores que se pronunciaron al respecto no expusieron datos ni argumentos que sostengan la hipótesis del daño a la infraestructura.

Además de que consideró necesario tener un estudio o un análisis sobre las diferentes industrias instaladas en Monterrey que usen esta configuración y ver de qué manera se puede solventar con vehículos más pequeños o, incluso, conocer las implicaciones viales y también de daño a la infraestructura de poner a circular más unidades, en caso de prohibir el doble remolque.

“Monterrey es una ciudad de paso. Por aquí circulan muchas mercancías hacia los cuatro puntos cardinales. Contenedores de y hacia los puertos, nodrizas y, por supuesto, cajas secas, pasan por aquí en doble remolque. Las autoridades no dieron a conocer un análisis sobre cuántos de estos salen o llegan a la ciudad y cuántos son solo de paso. Incluso tampoco se plantearon vialidades alternativas ni horarios en los que se podría circular”, dijo.

Sobre el anuncio de los legisladores, Montemayor se dijo sorprendido, ya que apenas hace tres años, cuando entró en vigor el Reglamento Homologado de Tránsito en la Zona Metropolitana, se expusieron todos los argumentos técnicos, competitivos, ambientales y de seguridad vial, de tal forma que ahora, otra vez, se hizo caso omiso sobre lo mucho que se ha dicho al respecto.

En tanto, dijo, la Canacar buscará un diálogo abierto y constante con autoridades y legisladores a fin de exponer y compartir toda la información que tienen sobre ésta y todas las configuraciones del transporte.

“Nunca hemos estado en contra del ordenamiento ni de las normas y leyes, pero justamente para eso hay reglamentaciones federales, como la NOM-012. Entendemos perfecto que se pueden ajustar y perfeccionar según las necesidades de cada ciudad, pero creemos que podemos llegar a un entendimiento a través de mesas de trabajo y entender bien qué es lo que buscan con estas iniciativas y ver de qué manera podemos abonar en este tema”, agregó el empresario.