La llegada del Super Bowl implica que, un mes antes, alrededor de 1,500 camiones a la semana salgan de Michoacán con destino a la franja fronteriza de Estados Unidos. El objetivo, que las familias del país vecino puedan disfrutar del guacamole mientras siguen la transmisión del partido.

Unos días más adelante, es momento de festejar el 14 de febrero, fecha en la que las fresas se han vuelto la fruta por excelencia para regalar y compartir en esa ocasión. Al igual que en el caso del aguacate, un gran número de vehículos cargados con berries abandona los cultivos de la entidad con destino a la nación norteamericana.

Los aguacates son cortados y empacados un día antes de iniciar su travesía, mientras que las berries deben ser recolectados el mismo día que se van a transportar. En ambos casos, son llevados en cajas refrigeradas para garantizar que se conserven en óptimas condiciones hasta su punto de llegada. Su traslado demanda una logística precisa, bien planeada, libre de contratiempos y la capacidad de responder de forma inmediata ante cualquier eventualidad que ponga en riesgo la inocuidad de los alimentos transportados.

Retos como éstos, son los que Transportes Refrigerados Galván (TRG) enfrenta durante sus principales meses de operación: de octubre a mayo, temporada en la que se cosechan los aguacates y berries en varios municipios michoacanos, entidad en la que se ubican las instalaciones de este empresa.

Camiones en óptimas condiciones

La incursión de los Galván en el autotransporte de carga se remonta a la década de los 80, desde sus primeros años de operación hasta la fecha, Transportes Refrigerados Galván ha logrado conformar una flota joven y moderna, integrada en su totalidad por vehículos Freightliner Cascadia con motor DD15, identificados por un vibrante color rojo, mismo que salpica cada uno de los espacios de sus instalaciones.

Su operación, explicó el director general de la empresa, está enfocada en los fletes internacionales, lo que lo obliga a tener sus camiones en óptimas condiciones para ingresar en el territorio estadounidense a entregar sus mercancías. Este requisito no es ningún problema para la compañía, pues tienen por principio renovar los vehículos cada tres años. La razón, aclaró, es evitar los costos de mantenimiento que van surgiendo con el uso.

Al respecto, precisó que aunque cuenta con un área de mantenimiento en sus instalaciones, lo más complejo que llegan a requerir los camiones es un cambio de clutch, pues prácticamente la actividad de los técnicos se concentra en realizar cambios de aceite, filtros y baleros conforme a lo establecido por el fabricante.

Añadió que colocarlos en el mercado secundario no ha sido un problema, pues además de que están en muy buenas condiciones, Freightliner se encarga de tomarlos y destinarlos a su área de SelecTrucks para ponerlos a la venta.

Consciente de que el incremento en el precio del combustible es uno de los principales retos que enfrenta el autotransporte hoy en día, el directivo apuesta por inculcar en sus operadores un manejo técnico-económico, por lo que ofrece un estímulo monetario a los que registren ahorros de diesel.

Respaldados por incrementos anuales superiores al 12 por ciento, el empresario atribuye su éxito a la capacidad y profesionalismo con los que han hecho frente al crecimiento en la producción de berries y aguacates que ha registrado Michoacán, así como a la demanda que este último producto ha alcanzado en el mundo, convirtiéndose en uno de los alimentos más solicitados.

Actualmente, la infraestructura de TRG está conformada por su patio principal en Zamora, uno en Nuevo Laredo, otro más en Reynosa y, próximamente, tiene planes de abrir uno en San Luis Potosí.

En cuanto a su parque vehicular, el empresario reconoce que una de las decisiones más importantes que ha tomado a lo largo de su gestión, es haber elegido a Freightliner como su aliado comercial, debido a que todas las áreas de la armadora se han volcado para darle la asesoría y el respaldo que requieren para concentrarse en la operación de la empresa, sin tener que preocuparse por problemas con las unidades.