Mercedes-Benz y Bosch unieron fuerzas en Brasil para construir un Centro de Pruebas de Vehículos de última generación. Además de camiones y autobuses, también será posible probar automóviles de pasajeros, vehículos comerciales ligeros y motocicletas en el futuro.

 

Un aspecto innovador del proyecto conjunto es la nueva instalación que se pondrá a disposición de otros fabricantes de vehículos, sistemas y componentes de vehículos. El Centro de Pruebas de Vehículos se construirá en el campo de pruebas existente de Mercedes-Benz en Iracemápolis (Estado de São Paulo).

 

Los trabajos iniciales de construcción del nuevo centro de pruebas comenzarán en la primera mitad de 2020. El inicio de las operaciones está programado para 2021. Juntos, Mercedes-Benz y Bosch, invertirán 70 millones de reales brasileños (alrededor de 15 millones de euros) en el centro.

 

El nuevo Centro de pruebas de vehículos se centrará en las pruebas para el desarrollo de sistemas para la seguridad del vehículo y el control de la suspensión, así como sistemas para mejorar la eficiencia energética y para la conducción semiautomatizada.

 

El nuevo Centro de Pruebas incluye cinco áreas diferentes con una superficie total de terreno de 400,000 metros cuadrados. Como parte del proyecto de construcción, el número de pistas de prueba en Iracemápolis se incrementará de los actuales 16 a 21 y también se crearán cajas de taller y espacio de oficina adicionales.

 

Sobre los campos de pruebas existentes de Mercedes-Benz en Iracemápolis

 

En mayo de 2018, la subsidiaria de Daimler, Mercedes-Benz do Brasil, abrió el centro de pruebas de camiones y autobuses más grande de América Latina en sus instalaciones en Iracemápolis / Estado de São Paulo.

 

En un área de unos 1.3 millones de metros cuadrados, alrededor de 150 campos de futbol, ​​el mayor productor mundial de vehículos comerciales está probando camiones y autobuses.

 

Actualmente, las pruebas se pueden llevar a cabo en 16 perfiles de superficie de carretera diferentes: con estos es posible simular la multitud de carreteras en las que operan vehículos en todo el mundo.

 

Para la recreación de estos perfiles de carretera, un llamado camión de laboratorio, un Mercedes-Benz Actros, equipado con 260 sensores, midió una amplia gama de rutas y caminos y, al hacerlo, cubrió alrededor de 16,000 kilómetros en menos de cuatro meses. Mercedes-Benz do Brasil invirtió alrededor de 20 millones de euros en el Centro de Pruebas, cuyo diseño fue modelado en el EVZ (Centro de Desarrollo y Pruebas) en la planta de camiones Mercedes-Benz en Wörth.