Considerando los costos actuales, la modernización del transporte público en todo el país requiere una inversión de 122,000 millones de pesos, reveló Nicolás Rosales, Coordinador de Enlace Institucional de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), en el marco de la Semana de Movilidad y Seguridad Vial en el Estado de México.

Durante su participación en el panel Ruta para la movilidad sustentable, el experto en la materia detalló que dicha cifra no contempla a otros sistemas de rieles o trolebuses eléctricos.

Asimismo, enfatizó que existen serios problemas de financiamiento en el sector que provocan que no sea posible consolidar la renovación las flotas. “El transportista es el que hace la inversión, pocas veces se consiguen financiamientos accesibles. El Programa de Apoyo Federal al Transporte Masivo ayuda pero no alcanza”, expresó ante los asistentes a evento organizado por el Gobierno mexiquense y la Alianza Nacional por la Seguridad Vial (ANASEVI).

Aunque reconoció que la presente administración fue la primera que abordó el tema, desgraciadamente éste se fue diluyendo poco a poco y al final llegó el problema de financiamiento: “no hubo más dinero”, dijo.

“No es posible esperar que tengamos sistemas de transporte de la nada”, agregó pues sistemas como el hombre-camión están en crisis porque no se invirtió, no se renovó la flota, ni se consideró quién debía hacerlo ni bajó qué esquemas.

Para el representante de la AMTM, el problema trasciende si se considera que, según datos de la Encuesta Origen – Destino 2017, se realizan más de 34 millones de viajes diariamente, de los cuales el 80% se realiza en transporte público. Además, la situación involucra la calidad de vida de los usuarios: las personas invierten cerca de 3 horas y media diariamente en trasladarse por estos servicios, lo que en toda su vida implica de 3 a 4 años. Desde su perspectiva, la política pública de movilidad tiene que ser sustentada con en el ciudadano, “sin usuario no puede haber una movilidad eficiente”.

Por ello, consideró que para lograr una movilidad eficiente se requiere: políticas públicas, un marco normativo, un fortalecimiento institucional, inversión, profesionalización del sector, infraestructura vial para el transporte público y sus usuarios, sustentabilidad, desincentivar el uso de automóvil, innovación tecnológica, transporte multimodal, y sostenibilidad financiera.

En este último rubro, señaló que es necesario contar con un esquema que permita que se invierta en los sistemas. En entrevista para TyT, ejemplificó con casos como Ruta Puebla 1, Acabús, el BRT de Tijuana y el Vivebús de Chihuahua que presentan importantes déficits.

“Es una situación delicada porque muchas veces las reglas de financiamiento no están establecidas con una claridad que permita al operador tener el financiamiento o una sostenibilidad económica que dé tener un punto de equilibrio”, dijo.

La opción, concluyó, es contar con una tarifa técnica, ni política ni social, que mantenga el equilibrio en la operación del transporte. Por ejemplo, los BRT en México, debería ser de 13 pesos; por ello consideró que se deben tener incentivos fiscales o financieros que permitan ayudar de alguna manera a los sistemas.

La AMTM es una asociación civil que se creó hace de 10 años con la visión de ser la vinculación, diálogo e intercambio de ideas entre los distintos actores del transporte para poder llevar a cabo proyectos sustentables en materia de movilidad.