Las ciudades en el país generan cantidades inmensas de datos que pueden ser la base de políticas públicas que determinen un mejor acceso a los diferentes medios de transporte mediante el uso de nuevas tecnologías; no obstante, este potencial está siendo subutilizado, pues la información que se genera no se integra o analiza.

De acuerdo con el diagnóstico nacional sobre movilidad inteligente realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México, los más adelantados en el tema de generación, análisis y aprovechamiento de datos referentes a movilidad urbana suelen encontrarse en la iniciativa privada y no directamente de los gobiernos.

En el sector privado se identifican aquellos que han desarrollado apps que solucionan los problemas de movilidad urbana, sin tener necesariamente el interés de generar bases abiertas de datos referentes a los patrones de movilidad. Entre estos se encuentran ClickBus, Cabify, Biko, AvisaMB, Uber o Waze.

En el caso de los gobiernos, la apertura de datos sobre movilidad y transporte a niveles local y estatal no ha tenido tanto desarrollo como a nivel federal. Esto se debe a diversas razones, como que no existe ninguna ley que los incentive u obligue a generar datos de forma estandarizada o compartir sus datos; nula capacidad técnica de los servidores públicos; falta de recursos para poder adquirir tecnología y capacitaciones, o desinterés debido a que el tema aún está en proceso de incorporación a la agenda política.

La Ciudad de México y Sonora son los únicos dos gobiernos que han desarrollado aplicaciones móviles relacionadas con sistemas de transporte público masivo. Sólo los Ayuntamientos de Ahome, Xalapa y Puebla promueven la apertura de datos relacionados con movilidad inteligente. Entre los casos de éxito sobre movilidad activa están Ecobici en la Ciudad de México, MiBici en Jalisco y Huizi en Toluca.

El diagnóstico señala que las innovaciones tecnológicas generaran dinámicas que podrían dejar obsoletas las políticas públicas y generar efectos adversos a la población si no se regula con prudencia las nuevas tecnologías y actores.

Por ejemplo, los automóviles autónomos y las aplicaciones móviles para taxis y otros vehículos podrían incentivar el uso del automóvil, mas no el del transporte público.

Ante esto, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México urge que la generación masiva de datos sea tomada en cuenta en la planeación urbana para mejorar los entornos y dinámicas con el impulso de tecnologías de la información.