Por tercer año consecutivo, durante la temporada de ozono se llevó a cabo la campaña para detectar y sancionar a los vehículos ostensiblemente contaminantes que ingresan a la Zona Metropolitana del Valle de México, periodo en el que se evaluaron 43,359 vehículos, de los cuales 4,292 unidades se encontraron fuera de norma.

Como parte de la estrategia PROAIRE, encabezada por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se instalaron dispositivos de medición de emisiones contaminantes en los accesos carreteros a la Ciudad de México provenientes de Cuernavaca, Pachuca, Puebla y Querétaro.

Este año, la campaña se realizó del 23 de febrero y al pasado 15 de junio, donde la Policía Federal procedió a emitir la infracción correspondiente y con base en el Artículo 54 del Reglamento de Tránsito en carreteras y Puentes de Jurisdicción Federal, éstas fueron de los 3,224 a 4,030 pesos.

La técnica empleada por estos sensores remotos consiste en la emisión de un haz de luz infrarrojo a lo largo de un trayecto específico y a la altura del tubo de escape, que cuenta con detectores que miden la concentración de monóxido de carbono, bióxido de carbono, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno y partículas.

Estos sensores están perfectamente sincronizados con un equipo que registra las emisiones vehiculares y con una cámara de fotografía digital, que captura la parte trasera de las unidades para obtener las placas y datos técnicos.

Cabe mencionar que la estrategia PROAIRE está conformada por seis líneas estratégicas y 38 medidas, entre las que se encuentran la publicación de las normas 044 y 045 de la SEMARNAT, los convenios con las principales Cámaras del autotransporte del país para establecer horarios y rutas exclusivos de acceso para contribuir al mejoramiento del tránsito, la movilidad y la disminución de emisiones contaminantes a la atmósfera en el Valle de México, entre otras acciones.