Existe la idea de que los pedazos de hule tirados en la carretera son producto del renovado. No obstante, en la mayoría de los casos, éstos son resultado de accidentes en una llanta nueva por explosiones o pinchaduras, provocadas por rodar los neumáticos a presiones inadecuadas, someterlas a esfuerzos excesivos, golpes e incurrir en malas prácticas de conducción, manifestó Mauricio Guerra, Gerente de Ventas de Vitalizadora Guzmán en Aguascalientes.

A través de un estudio realizado por la Administración Nacional de Seguridad en Carreteras de los Estados Unidos, se analizó una serie de fragmentos de hule recolectados en vialidades con diferentes condiciones dentro del territorio norteamericano, lo que arrojó como resultado que la causa número uno de estos desperdicios no es el renovado.

La principal razón identificada fue el exceso de calor causado por llantas que operan con baja presión de aire, con sobrecarga o a exceso de velocidad. De acuerdo con este estudio, cuando los neumáticos incurren en alguno de estos errores al recorrer largas distancias, la temperatura generada provoca que los componentes internos de la llanta se rompan.

Otros de los factores responsables de provocar estos fragmentos de hule son principalmente problemas de mantenimiento como: exceso de desgaste, llantas mal reparadas y daños causados durante el proceso de montaje o desmontaje.

“Una señal muy clara de que un pedazo de hule no se origina por el renovado, es cuando éste tiene alambres expuestos, lo que significa que es producto de la explosión de una llanta nueva a causa de un mal mantenimiento o por accidentes con baches, piedras, pedazos de vidrio o metal”, explicó Gabriel Fuma, Coordinador Administrativo de Vipal México.