Desde hace varios meses, el transporte de carga en Estados Unidos opera a su máxima capacidad debido al crecimiento de la economía, el incremento de las exportaciones de petróleo y gas y el fortalecimiento de la industria de la construcción.

Esto se refleja en un entorno de muy alta demanda de trabajo que enfrentan los transportistas en territorio estadounidense y en cifras históricas de solicitudes de compra de vehículos, principalmente Clase 7 y 8.

Tan solo en julio, los pedidos de vehículos Clase 8 en Norteamérica alcanzaron la cifra récord de 52,250 unidades, que supera el máximo de 52,194 de marzo de 2006, de acuerdo con cifras de FTR Transportation Intelligence.

El número es 65% mayor si se compara con las 18,197 solicitudes del mismo mes del año anterior. Además, es la cifra mensual más alta en lo que va del año, después de las 46,300 de marzo.

De acuerdo con Antti Lindstrom, Principal Research Analyst de la consultora IHS Markit, este ritmo de solicitudes de compra se mantendrá en lo que resta de 2019. El especialista advierte que los proveedores no están preparados para esta alta demanda y no entregan suficientes componentes a las plantas de producción de vehículos de carga.

“Los proveedores crecerán su producción, pero no creo que satisfagan la demanda al 100%. Tengo la impresión que no es tan fácil”, dijo en entrevista para TyT.

Lindstrom, experto en pronósticos de ventas y producción para los mercados de camiones medianos y pesados en Norteamérica, agregó que la proveeduría sabía que este año se elevaría la cifra de producción de camiones, por lo que tuvieron dos años en planear su operación, antes de que el mercado llegara a este punto.