Tan solo en el último mes, Autotransportes de Pasajeros Flecha Roja fue víctima de la toma de nueve unidades, luego 20 y a ese golpe se le sumó otro de 25. En total, 57 buses fueron arrebatados desde sus propias instalaciones, y con lujo de violencia, por presuntos estudiantes de la Escuela Normal de Tenería, en el Estado de México.

El modus operandi consiste en la llegada de los delincuentes a las terminales en plena madrugada – entre una y tres de la mañana – dañando las instalaciones, vandalizando unidades y, peor aún, llevándoselas con todo y operadores.

Pedro Gómez García, Director de Operaciones de esta empresa, reveló que han sido entre 10 y 15 años en los que han sufrido estos actos. Sin embargo, en el último año y medio el problema se agudizó a tal grado que se han visto en la necesidad de suspender operaciones de algunas rutas.

En la más reciente ocasión, por ejemplo, con 57 autobuses secuestrados, de una flota de 400, se complica solventar la demanda de sus usuarios en sur-sureste mexiquense; una zona comprendida por Ixtapan de la Sal, Tonatico, Villa Guerrero, Tenancingo, Tenango , Xalatlaco y Santiago Tilapa.

La empresa reclama que las autoridades de la Normal ubicada en el municipio de Tenancingo no han dado la cara y la propia transportista no ha recibido respuesta esperada de los tres niveles de Gobierno.

Las evidencias existen. Flecha Roja cuenta con fotografías del estado en el que los delincuentes devuelven los autobuses, además de pruebas grabadas con las cámaras de video de las instalaciones y las unidades, las que, por cierto, gracias a sus sistemas GPS siempre saben que están retenidas por los mismos grupos de delincuentes.

“Se levantan las denuncias por todo tipo de delitos: secuestro, robo con violencia, daño en propiedad ajena; hacemos todo para estar dentro del Estado de derecho de lo que nos corresponde a nosotros”, señaló.

A pesar de todo ese procedimiento, dio a conocer Gómez, no hay una sola persona procesada por estos actos.

¿Qué queda por hacer? Flecha Roja ha instruido a sus operadores que, en estos casos, no opongan resistencia, su salario estará garantizado y su vida es aún más importante.

“Primero es la vida. Nos interesa mucho salvaguardar la vida de nuestros operadores. Los daños se recuperan pero ellos están por encima”, expresó.

Y es que los perjuicios a los autobuses alcanzan los 200 millones de pesos, sumado a las pérdidas por la ausencia de servicio y el daño a la movilidad de sus usuarios, pero lo que la empresa considera como un mayor impacto es el estado de sus operadores.

Gómez García reveló en entrevista para TyT que actualmente tienen a dos conductores en tratamiento psicológico después de los más recientes ataques, debido a que se sienten con miedo y amenazados.

Flecha Roja no ha considerado contratar servicios de seguridad privada pues no quieren entrar en choque. Para la empresa, el Estado es el que debe proporcionar la seguridad. “Provocaríamos choques. La violencia genera más violencia. Nosotros somos una empresa productiva que quiere trabajar”.

Además, dijo, cualquier acción que tomen en contra de los estudiantes es considerada como un atentado contra ellos; por ello, enfatizó, es el Estado el que debe intervenir y garantizar el derecho de Flecha Roja de circular, pues son una empresa legalmente constituída que paga impuestos y es generadora de empleos en las regiones en las que se establece.

Como manera de protesta pacífica y ante la incapacidad de solventar la demanda por falta de unidades, recientemente se han visto obligados a suspender servicios temporalmente en: Tenancingo- México, Tenancingo- Toluca, Ixtapan de la Sal – México, Ixtapan de la Sal – Toluca, Santiago Tilapa – México y Santiago Tilapa Toluca.

“Le hemos dejado claro al Gobierno del Estado de México que no podemos suspender el servicio. Estamos atados de manos y esperando que entren en cordura los futuros maestros y que no dañen nuestro patrimonio y nos dejen trabajar libremente”.

A los Gobiernos municipal, estatal o federal, pidió que ejerzan el Estado de derecho y den las garantías para que sus unidades circulen con seguridad en las rutas asignadas.

Finalmente, hizo un llamado a los presuntos normalistas para que dirijan sus exigencias a las autoridades y no afecten a su empresa, que no la utilicen como un instrumento de cambio, de negociación. “Les pedimos de una manera muy respetuosa no afecten las fuentes de trabajo de mucha gente comprometida con el Estado de México”.