Durante 2018, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) contabilizó 12,222 casos de robo a autotransporte, estadística basada en las denuncias presentadas ante Ministerios Públicos y carpetas de investigación iniciadas por Procuradurías y Fiscalías del país. 

Y aunque la cifra en sí es escandalosa, es más preocupante cuando se considera que la incidencia ha crecido 81.3% respecto a los datos de 2015, cuando se registraron 6,741 reportes. 

Cabe mencionar que esta tendencia al alza no ha cedido, ya que el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación registra, durante el primer cuatrimestre del año, 4,134 denuncias y, si continúa así, al final del 2019 se romperá nuevamente el récord con más de 16,500 robos a transportista

Asimismo, se debe tomar en cuenta que los datos del SESNSP solo reflejan los casos que son denunciados. Por ejemplo, la firma SensiGuard contabilizó 17,270 delitos durante el año pasado, 5,048 más que no llegaron ante las autoridades. 

Por otro lado, es importante señalar que, en 2018, el SESNSP modificó su metodología para presentar la estadística delictiva del país. En el rubro del autotransporte, anteriormente se presentaba como robo a camiones en carretera, el cual pasó de 141 denuncias en 2002 a 2,952 en 2017, un crecimiento de casi el 2000% en esos 15 años. 

Otro de los datos que llaman la atención es la creciente oleada de violencia. A finales de 2015, con el ascenso de la incidencia de este delito vino también el incremento de un modus operandi que incluye uso de armas de alto calibre, así como privación de la libertad o asesinato de los operadores. Para ser más claros, en 2002, el 84% de los robos denunciados involucraban violencia y, para 2017, abarcaban el 94 por ciento. 

Por otro laso, el sector reporta que en años recientes las empresas transportistas no solo ven pérdidas de mercancías, sino también de los vehículos completos, los cuales son utilizados para la comisión de otros delitos, como la sustracción ilegal de hidrocarburos. Según, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), ello explica que el incremento del huachicoleo en la zona de Puebla y Tlaxcala vaya de la mano del crecimiento de robo de unidades del autotransporte. 

En este sentido, y como si de tratara de una plaga, este delito no ha solo ha mutado en su incidencia y modus operandi, también ha migrado a distintos estados del país conforme al contexto y dinámica de la actividad delictiva.

Por ejemplo, en 2015, Nuevo León figuraba como una de las entidades con mayor incidencia en robo a autotransporte y, según datos del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), ese mismo año encabezó las listas negras en delitos de alto impacto como extorsión y homicidio.

En contraste, Puebla y Tlaxcala han ido subiendo en la lista, de forma paralela al incremento de robo de combustibles en la región. 

Cabe mencionar que el Estado de México ha permanecido en los lugares más altos de robo a transportistas, sin despegarse tampoco del top de entidades con mayor incidencia de homicidio doloso, según números del ONC.