En las últimas semanas, la Ciudad de México, Jalisco y Monterrey han presentado proyectos para restringir la circulación de vehículos de carga en sus vialidades. El tema no es nuevo, en los últimos años han ido y venido propuestas para prohibir el full, crear horarios especiales de circulación o de plano impedir la circulación de pesados, algunas iniciativas han avanzado, otras se detuvieron solo para que alguien más las retome en un ciclo casi interminable.

Y todo ello pese a la labor de las Cámaras y Asociaciones del autotransporte, que se han dedicado a argumentar –con datos duros– sobre el impacto competitivo y ambiental de las posibles restricciones. No obstante, ante la insistencia de los Gobierno locales en el tema, pareciera que el trabajo de las cúpulas empresariales del sector necesita mayor empuje.

Por ello, el Termómetro TyT de esta semana evaluó qué organismo debe mediar en dicha labor. Así, de 402 votos recibidos a través de la cuenta @revistatyt, el 64% (257) se inclinó por la SCT.

La Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal es clara al señalar que es esta dependencia la responsable de regular estos servicios; sin embargo, no se aclara qué sucede cuando los vehículos se ven obligados a ir más allá de las vías federales para completar sus viajes. Además, nunca precisa que el ordenamiento del autotransporte federal es exclusivo y que no se permite la intercesión de otras dependencias

La CANACAR se ha pronunciado por una Ley General de Transporte que, entre otros puntos, homologue todas las legislaciones federales, estatales y municipales, blindando así al sector contra una sobrerregulación. La SCT, bien podría sumarse a esta iniciativa para asegurar el control sobre la regulación del autotransporte.

En un alejado segundo lugar, el 19% (77) de los participantes del Termómetro TyT consideró que las Cámaras industriales son las que deben acompañar al sector en la labor contra la sobrerregulación.

Recientemente, por ejemplo, Francisco Cervantes, Presidente de la CONCAMIN, manifestó que las posibles restricciones a los doblemente articulados impacta la competitividad de la industria. De hecho, representantes de otras cúpulas empresariales a nivel nacional como COPARMEX, CANACINTRA, entre otras, se han mostrado a favor de la regulación en lugar de las restricciones; sin embargo, los comentarios se han referido particularmente a la circulación del full, faltaría que esas mismas voces analicen la situación de la sobrerregulación a todo el transporte de carga.

Específicamente el empresariado local debería ser el que se sume al debate de este fenómeno, así lo consideraron el 10% (40) votantes del Termómetro TyT.

La razón, son estos empresarios los que entienden las implicaciones concretas para las industrias de cada entidad o municipio. Por ejemplo, qué sucedería con la industria lechera tapatía si se restringe el transporte de carga en el Área Metropolitana de Guadalajara, como lo busca la administración estatal; sus mercancías requieren un manejo de tiempo específico y su retraso afectaría el suministro de este producto básico en toda la región occidente.

Además, estos empresarios tienen una relación más cercana con las autoridades –ya sea estatales o municipales– que promueven estas iniciativas.

En último lugar, el 7% (28) consideró que son los Congresos locales son los que deben mediar en los temas de sobrerregulación. Un ejemplo de ello es el compromiso de Jonadab Martínez, Presidente de la Comisión de Movilidad del Congreso de Jalisco, quien en el marco del Foro ANTP 2019 aceptó ser el vínculo del diálogo entre asociaciones y Gobierno en el tema de las posibles restricciones en Jalisco.