Representantes de la industria automotriz plantearon una preocupación ante la Comisión de Economía debido a las reglas de origen planteadas en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Dichas reglas establecen que la producción automotriz debe cumplir con un contenido regional del 75 por ciento para comercializarse libremente y el 40 por ciento del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de 16 dólares la hora. Además, el 70 por ciento del acero y aluminio que se utilice debe ser de los socios de la región y siete componentes principales del vehículo tienen que ser manufacturados en la zona.

Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), consideró que para lograr alcanzar las cuatro reglas, se requiere esfuerzo e inversión  de la industria.

“Los objetivos son alcanzables y viables, se tiene que trabajar con la cadena de proveeduría para lograr las metas requeridas. En vehículos pesados existe la posibilidad de cumplir con el 45 por ciento de valor del contenido regional”, indicó.

Por su parte, Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo que  las reglas de origen significarán cambios estructurales para algunas de las marcas y aseguró que, ni con la transición van a poder cumplir. Se tendrán periodos en los que algunos modelos tendrán que pagar el arancel del 2.5 por ciento.

“En la asociación hay marcas que no tienen la facilidad para cumplir con la regla, como las que están más integradas al mercado europeo y asiático. Necesitamos trabajar con la Secretaría de Economía para discutir las dificultades que se presenten para la industria”, precisó.

Finalmente, Oscar Albín Santos, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes, manifestó que no será fácil subir del 60 al 75 por ciento, sin embargo, se requiere de inversión para alcanzar el contenido necesario.