El Observatorio Nacional Ciudadano advirtió que México vive desde hace una década una crisis de inseguridad y violencia sin precedentes.
De acuerdo con Francisco Rivas, Director General de esta organización civil centrada en el tema de la seguridad en el país hace seis años la violencia estaba localizada en ciertos estados, específicamente en los de la frontera norte y en el centro de la república.
Hoy, agregó, los delitos que se encontraban a la baja han ido repuntando.
«Llevamos tres años con un aumento del homicidio. Pero, nos encontramos también que la complejidad es que hay más delitos de los que teníamos antes, hay una diversificación de los delitos respecto a los que teníamos hace seis años y el panorama físico y geográfico de la violencia también ha aumentado. Si tuviéramos que decir cuántos estados se encuentran en un momento de crisis, estaríamos hablando de por lo menos 28 entidades, que es prácticamente todo el país», manifestó.
El especialista en temas de seguridad indicó que el inicio del actual Gobierno federal ha estado marcado por recortes presupuestales significativos, lo que ha generado la deconstrucción de instituciones.
Rivas señaló que hay incapacidad para construir una colaboración que permita combatir los delitos desde lo federal, estatal y local, y una ausencia de estrategias notorias en el Plan Nacional de Desarrollo y el Plan Nacional de Seguridad, que, para la organización, buscan atender problemas incompatibles entre sí y con indicadores que son diferentes unos de otros.
Aseguró que, excepción del homicidio culposo, el robo a casa habitación y el robo de automóviles, todos los delitos han venido creciendo. Y en el caso del robo al transporte de carga, las cifras no son claras.
«Es un delito que por su naturaleza y las dificultades que existen en esta articulación entre autoridades locales y federales, no tenemos el conocimiento exacto del tamaño. Porque a veces, los estados y la federación lo que clasifican es la privación ilegal de la libertad del operador, o su secuestro, o desaparición; o bien, la pérdida del vehículo, de la propia mercancía, y esto no nos permite tener un conteo muy exacto, tan es así que los números de robo al transporte de carga son prácticamente una caja oscura», expresó.
