Ante un panorama de alta incidencia de robo en carreteras, las empresas de autotransporte han desarrollado sus propios protocolos de prevención del delito, independientemente de la labor de las autoridades.

En este sentido, el Termómetro TyT de esta semana evaluó las acciones más efectivas que las flotas han emprendido para reducir el número de robos. Así, a través de la cuenta @revistatyt, de 144 votantes – mayoritariamente transportistas – el 36% (52) señaló que modificar rutas y horarios como la acción prioritaria.

A esta iniciativa le siguió planear viajes en convoy, con el 29% (42); desarrollar una estrategia de monitoreo, con el 25% (36), y, en cuarta posición, contar con protocolos de reclutamiento, concentrando solo el 10% de la votación (14).

La opción ganadora refleja la acción más inmediata. Aunque no necesariamente se refiere a solo restringir la circulación en determinadas regiones, sino a involucrar al área de logística para que diseñe rutas en horarios adecuados para garantizar la integridad de sus operadores y mercancías.

La clave es contar con la información. SensiGuard ha detectado que el 66% de los robos a transporte de carga ocurren en el centro del país, concretamente en Puebla, Estado de México y Tlaxcala, los cuales concentran el 60% de los incidentes a nivel nacional.

Las rutas más afectadas son: México – Veracruz, el Circuito Exterior Mexiquense, México – Saltillo, Cónpandaro – Uruapan y la México – Zacatepec, en donde suceden  el 54% de los casos.

La Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) ha recomendado establecer rutas y horarios de tránsito que conozcan operadores, el centro de monitoreo y la propia empresa. Asimismo, contar con rutas alternas en caso de una situación emergente. Fábrica de Jabón La Corona, agrega que es necesario privilegiar la circulación en autopistas y no en vías libres.

Por otro lado, respecto a los viajes en convoy, tanto la ANTP como la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) se han pronunciado a favor de esta iniciativa que, además, promueve la sinergia entre las empresas transportistas y operadores.

En este punto la participación del área de logística también es vital. Si bien debe proyectar una sola ruta para varios vehículos de su flota, su labor trasciende de la propia empresa y puede buscar una coordinación con otras compañías que distribuyen mercancías en el mismo destino. La clave es la comunicación y la disposición para participar en pro del gremio.

Si bien esto por sí solo no evitará un posible robo, sí podría minimizar el riesgo, ya que no es lo mismo asaltar un camión y hacerlo con dos, tres o más unidades.

Aunque esta práctica es realizada por operadores de manera “extraoficial”, se sugiere masificarla para generar un cambio en la incidencia.

Referente a la estrategia de monitoreo, ésta va más allá de instalar sistemas de geolocalización en las unidades. Pedro Rivera, CEO de Tecnomotum, señala que la tecnología en sí misma no evitará robos y que debe sumarse a una capacitación del personal para que sepa detectar los comportamientos fuera de lo normal.

Una de las principales preocupaciones de las empresas transportistas sobre este tema es la inversión necesaria para proveer a las unidades de telemetría, contar con plataformas de rastreo y comunicación, capacitación e infraestructura para mantener un área dedicada únicamente a esto.

No obstante, expertos señalan que el monitoreo da información sobre el modus operandi de la delincuencia, lo que permite diseñar una estrategia de prevención. Además, los sistemas de telemetría dan información útil para otras áreas de oportunidad como rendimiento de combustible, gestión de mantenimiento, medición de habilidades de conducción, control de mercancía, entre otras.

Finalmente, en relación a los protocolos de reclutamiento, Marcelo Castilla,encargado del centro de monitoreo de Fábrica de Jabón La Corona, explica que el recurso humano de la empresa tiene un rol importante en el combate de este delito. En su organización parten desde atraer a operadores comprometidos con sus valores y la competitividad. En este sentido, la empresa ha impulsado un programa de formación de personal, en el que los “moldea” bajo su filosofía y los motiva a tener buenas prácticas para crecer dentro de la propia compañía.