No es lo mismo hablar de un flete entre la Ciudad de México y Querétaro que referir uno de Orizaba a Nuevo Laredo o del Bajío a Quintana Roo. En este mismo sentido, las condiciones físicas en las que trabaja un operador tampoco son homogéneas. Y, naturalmente, transportar varillas no es igual que llevar animales, medicinas, alimentos o materiales peligrosos.

Sobre el proyecto de la Norma-087, referente a las horas de conducción de los operadores, distintas voces se han dejado escuchar. Un nuevo hito en el autotransporte nacional, ya era hora, #TodosXLaSeguridadVial, no hay condiciones para cumplirla a cabalidad, quién vigilará o más corrupción, son algunas de las reacciones generadas en las últimas semanas.

Particularmente el tema de los paraderos seguros ha unido a la mayoría de los actores del sector: no hay, no son suficientes o no cumplen con los requerimientos mínimos para salvaguardar la integridad de operadores, vehículos y mercancías son las tres percepciones con mayor eco.

En días recientes tuvimos oportunidad de platicar con Elim Luviano, director general del Autotransporte Federal de la SCT, y le preguntamos sobre este tema. El funcionario aclaró que en México sí hay paraderos seguros, no obstante, reconoció que hace falta detallar y enlistar los que cuentan con las condiciones óptimas, los que requieren mejoras y definir cuántos y en qué ubicaciones hacen falta.

“Una cachimba no es un paradero seguro”

Humberto Torio, gerente de la veracruzana Fletes Hesa, explica que en la entidad no hay paraderos seguros y que las paradas que los operadores usan para el descanso son gasolineras, casetas de peaje y los establecimientos mejor conocidos como cachimbas.

Sin embargo, agrega, no se cuenta con espacios adecuados para estacionar los vehículos y que, naturalmente, no son seguros. Otra opción, poco viable, son los estacionamientos particulares, pero éstos no suelen estar a pie de la carretera.

Al respecto, Fernando Arreola, director general de Acarrealiquidos, también de Veracruz, coincide en que definitivamente los lugares de descanso en el estado no pueden ser catalogados como paraderos seguros.

“Las autoridades no se han acercado a decirnos que van a invertir en ellos , quizás lo más cercano ha sido coordinar con la autoridad en qué lugares sí se puedan parar los operadores , pero no son paraderos totalmente equipados para lo que se pretende. Son, por lo regular, gasolineras que la autoridad sugiere como de menor incidencia delictiva”, agrega.

Los acuerdos con gasolineras en distintas plazas del país son hasta cierto punto informales, ya que los dejar aparcar por tratarse de clientes frecuentes.
“Buscamos pensiones que cuenten con un mínimo de infraestructura para resguardar las unidades y que el operador pueda descasar relativamente cómodo y seguro, pero las limitaciones en estas pensiones son muchas”, añade.

En caso de existir paraderos seguros en el país, éstos deberán de cumplir con una serie de requisitos que hagan que cumplan con tal efecto, el de la seguridad y de infraestructura para dar el servicio a las unidades y operadores.

Paraderos certificados

En la edición de julio consignamos un dato proporcionado por Refugio Muñoz, vicepresidente ejecutivo de la CANACAR, quien detalló que están desarrollando una propuesta con la ANTP y autoridades para certificar los paraderos existentes en todo el país.

A través de un estudio, dijo, se identificaron 64 paraderos susceptibles de ser certificados por un organismo ajeno a la CANACAR o, incluso, por la misma autoridad. Eso sí, aclaró que al margen de los ya existentes, éstos son insuficientes.