En la antesala de la entrada en operaciones de la Guardia Nacional, platicamos con Fernando Arreola, Secretario de Seguridad en el Autotransporte de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), para conocer su punto de vista sobre las primeras acciones que deberá emprender el Gobierno federal con esta nueva estrategia.

Arreola Trimmer también representa a transportistas veracruzanos y conoce perfectamente la situación en esta zona del país. Es por eso que no duda al decir que lo primero que debe hacer, no solo la Guardia Nacional, sino las diferentes dependencias federales, estatales y municipales, es aplicar la Ley.

“Hoy, además del alarmante incremento en el número de robos al autotransporte, tanto en la región como en todo el país, lo que las autoridades no están haciendo bien es atender el espíritu del Sistema de Justicia Penal, ya que la famosa ‘puerta giratoria’ provoca que los delincuentes sigan robando”.

Deben atender las carpetas de investigación, continúa el empresario veracruzano. La Guardia Nacional, conformada por la Defensa, Marina y Policía Federal, deberá encontrar eco de su trabajo en la Fiscalía General de la República.

Esto quiere decir que desde la vigilancia, operativos, captura y puesta a disposición hasta la misma sanción de los delincuentes, debería haber un seguimiento puntual, estricto y transparente, a fin de que los logros del sector, como la tipificación de delito grave y federal, tengan acciones concretas a favor de la seguridad del sector.

Y si bien las fiscalías estatales suponen una instancia ajena a la estrategia federal, ese será otro de los principales retos de la Guardia Nacional: liderar y coordinar todos los esfuerzos por un bien común.

Por otro lado y con conocimiento de causa por los distintos casos de federales acribillados en Veracruz, Arreola agrega que resultará imprescindible invertir en capacitación, armamento y salarios, para que los uniformados no estén tentados por la corrupción y tengan posibilidades de enfrentar a delincuentes que, en muchas ocasiones, están mejor armados.

Y coincide en el punto mencionado por la representante de la ANTP, ya que un robo al autotransporte suele terminar en la bodega de un poblado remoto, al que ninguna autoridad ha llegado porque se trata de lugares secuestrados por los criminales. La Guardia Nacional tendrá que llegar hasta allá. Finalmente, expone que sin consecuencias, los delitos seguirán al alza. 

Una petición importante del transportista es que, cuanto antes, la Guardia Nacional establezca los canales de comunicación con la ciudadanía, sociedad civil y, por supuesto, con los proveedores y usuarios de transporte, a fin de sumar esfuerzos en pro del sector y del país.