El pasado 2 de octubre, Volvo Buses México cumplió sus primeros 20 años y, como parte de la celebración, abrió las puertas de su planta en Tultitlán, la cual se ha convertido en bastión de la firma sueca en territorio nacional, responsable de producir al día tres autobuses completos y dos chasises.

Dicho complejo industrial es fuente de empleo para 1,100 colaboradores. Al respecto, Rafael Kisel, presidente de Volvo Group México y Director General de Volvo Buses en el país, precisó que todos los que trabajan en la compañía, saben su labor va más allá de solo fabricar autobuses, su misión, dijo, “es producir prosperidad”, tanto para los usuarios como para el desarrollo nacional.

El directivo explicó que la operación de Volvo Buses México está basada en ofrecer vehículos que tomen en consideración cinco conceptos de gran relevancia: seguridad, innovación, confiabilidad, eficiencia y confort.

A la fecha, confirmó Kisel, circulan en territorio nacional alrededor 8,000 autobuses Volvo con una antigüedad menor a los 10 años, unidades que orgullosamente, salieron de las líneas de producción de la planta mexiquense de la firma sueca.

Añadió que, al cierre de septiembre, la armadora se ubicó con el 39.7% de participación de mercado en el segmento foráneo, cifra que ha sido posible gracias a su gama de producto, la cual está representada por el 9800 convencional, el de 15 metros y el Double Decker, en cuya concepción fue fundamental la labor realizada por el Centro de Desarrollo de Autobuses Foráneos, ubicado en las instalaciones de la planta de Tultitlán.

En lo que respecta al segmento de vehículos urbanos, la firma sueca ha tenido una importante presencia en vehículos BRT(Bus Rapid Transit), ostentando el 50% de participación en este tipo de unidades.

En lo referente al transporte público, el directivo dejó en claro que aún hay que recorrer un largo camino para ofrecer a los mexicanos un servicio digno, pues a diario se transportan en vehículos inadecuados, en malas condiciones y que atentan contra su seguridad.

Al respecto, Jorge Suárez, asesor de movilidad y sistemas de transporte de Volvo Buses, habló de la necesidad de implementar soluciones que cuiden la integridad física de los usuarios del transporte público y protejan sus bienes. Lo que será posible mediante soluciones integrales que promuevan también tecnologías más eficientes, amigables con el ambiente y, para cuya adopción será imperante contar con el respaldo de los gobiernos mediante incentivos que promuevan su adopción.

En estos 20 años, la armadora ha pasado también de la producción de vehículos integrales, a la flexibilidad de carrozar sus chasises con otros fabricantes, lo que de acuerdo con el testimonio de Rafael Kisel, les ha abierto la puerta a segmentos en los que antes no tenían participación.

De esta forma, con la meta de seguir produciendo y comercializando vehículos que ofrezcan seguridad y confort a sus ocupantes, al tiempo que representan una opción sustentable, Volvo Buses México se reporta listo para seguir consolidando su presencia en territorio nacional.

Visita a la planta de Volvo Buses en el Estado de México