A un año de la celebración de sus primeras dos décadas, Volvo Buses México experimenta un año récord en ventas y prevé que cerrará 2019 con 1,000 unidades colocadas.

Su compromiso con el ambiente y la innovación son el sello distintivo de la marca, características que la han colocado como socio estratégico de las líneas de transporte foráneo de pasajeros, así como de los operadores y agentes del Gobierno que buscan transformar el transporte urbano.

Gracias a las ventas de su modelo 9800 y a las licitaciones ganadas para proveer autobuses a la Red de Transporte de Pasajeros de la Ciudad de México (RTP), 2019 se perfila como el mejor año para la compañía en la comercialización de unidades. De esta forma, México se coloca como un mercado clave para Volvo Buses en el mundo, pues las mil unidades con las que prevé cerrar, representan el 10% de la producción de la firma sueca a nivel global.

De cara a los próximos años, el fabricante mantendrá su apuesta por la electromovilidad, principio que impulsa el uso de energías limpias y renovables para convertirse en el principal promotor de la movilidad sustentable.

Para seguir su crecimiento en el país, Volvo Buses cuenta con un importante bastión, se trata de su planta de producción en Tultitlán, Estado de México, la cual cuenta con más de 1,300 colaboradores y la capacidad para exportar vehículos a Estados Unidos y Canadá.

Como parte de su compromiso con la inclusión, el número de mujeres empleadas por la compañía ha aumentado, del 13% al 17% en solo un año. Todos los colaboradores de la empresa trabajan a diario para seguir haciendo de la marca sueca, un actor clave en la transformación del país y uno de los pioneros de la electromovilidad en México.