Se estima que las siete Zonas Económicas Especiales (ZEE) podrán captar inversiones a largo plazo por más de 42,000 millones de dólares, y generar más de 360,000 empleos formales y bien pagados en los próximos años, señaló Eduardo Sánchez Hernández, Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia y Vocero del Gobierno de la República, en una conferencia de prensa.

Acompañado por Gerardo Gutiérrez Candiani, Titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (AFDZEE), comentó que “la premisa que está detrás de esta política es muy clara: al instrumentar correctamente los programas de fomento productivo, de atracción de inversiones y capacitación de la fuerza laboral, se incrementará el ritmo de crecimiento de las zonas menos favorecidas del país”.

Se estima que las siete Zonas Económicas Especiales (ZEE) podrán captar inversiones a largo plazo por más de 42,000 millones de dólares, y generar más de 360,000 empleos formales y bien pagados en los próximos años, señaló Eduardo Sánchez Hernández, Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia y Vocero del Gobierno de la República, en una conferencia de prensa.

Acompañado por Gerardo Gutiérrez Candiani, Titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (AFDZEE), comentó que “la premisa que está detrás de esta política es muy clara: al instrumentar correctamente los programas de fomento productivo, de atracción de inversiones y capacitación de la fuerza laboral, se incrementará el ritmo de crecimiento de las zonas menos favorecidas del país”.

Hasta el momento, se han identificado proyectos que implican inversiones por más de 7,000 millones de dólares y que en el corto plazo podrán generar alrededor de 24,000 empleos directos.

Asimismo en la presente administración ha dado una respuesta estratégica para cerrar la brecha de desigualdad entre las regiones Norte-Bajío y Sur-Sureste del país, con la creación de las siete Zonas Económicas Especiales.

Con la finalidad de atraer más inversiones, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció el pasado 17 de abril la creación de una bolsa de coinversión entre el sector privado y la banca de desarrollo por 50,000 millones de pesos.

“Por primera vez en el país, los tres niveles de Gobierno y la iniciativa privada cuentan con un marco legal sólido para impulsar el desarrollo y abatir el rezago histórico del Sur-Sureste del país”, comentaron.

La concentración de inversiones, infraestructura productiva y capital humano en algunas regiones ha significado también rezago para otras. Por ejemplo: de acuerdo con el INEGI, entre 2003 y 2016 el Producto Interno Bruto de Querétaro creció en promedio 4.8% cada año; el de Aguascalientes 4.6% y el de Baja California Sur 4.5 por ciento.

En ese mismo periodo “el PIB de Chiapas creció solamente 1.2% en promedio, mientras que el de Campeche experimentó una caída de 4.1% en promedio anual”, también dijo que al igual que Nuevo León, otros estados hoy cuentan con los niveles de ingreso-gasto más altos de México gracias a la concentración de varias industrias.

“Para que las Zonas Económicas Especiales cumplan su propósito, es indispensable que el Gobierno de la República, los Gobiernos locales y la sociedad civil trabajemos en coordinación”, precisó.

“Establecer con claridad la esfera de competencia de cada nivel de Gobierno y armonizar las leyes locales con las federales, son elementos clave para detonar el potencial de las Zonas Económicas Especiales. Aseguro que los habitantes de estas zonas contarán con alternativas de educación, capacitación y empleo que no habían tenido antes. De esta manera, se saldará una deuda histórica con un proyecto de futuro”.

Asimismo en la presente administración ha dado una respuesta estratégica para cerrar la brecha de desigualdad entre las regiones Norte-Bajío y Sur-Sureste del país, con la creación de las siete Zonas Económicas Especiales.

Con la finalidad de atraer más inversiones, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció el pasado 17 de abril la creación de una bolsa de coinversión entre el sector privado y la banca de desarrollo por 50,000 millones de pesos.

“Por primera vez en el país, los tres niveles de Gobierno y la iniciativa privada cuentan con un marco legal sólido para impulsar el desarrollo y abatir el rezago histórico del Sur-Sureste del país”, comentaron.

La concentración de inversiones, infraestructura productiva y capital humano en algunas regiones ha significado también rezago para otras. Por ejemplo: de acuerdo con el INEGI, entre 2003 y 2016 el Producto Interno Bruto de Querétaro creció en promedio 4.8% cada año; el de Aguascalientes 4.6% y el de Baja California Sur 4.5 por ciento.

En ese mismo periodo “el PIB de Chiapas creció solamente 1.2% en promedio, mientras que el de Campeche experimentó una caída de 4.1% en promedio anual”, también dijo que al igual que Nuevo León, otros estados hoy cuentan con los niveles de ingreso-gasto más altos de México gracias a la concentración de varias industrias.

“Para que las Zonas Económicas Especiales cumplan su propósito, es indispensable que el Gobierno de la República, los Gobiernos locales y la sociedad civil trabajemos en coordinación”, precisó.

“Establecer con claridad la esfera de competencia de cada nivel de Gobierno y armonizar las leyes locales con las federales, son elementos clave para detonar el potencial de las Zonas Económicas Especiales. Aseguro que los habitantes de estas zonas contarán con alternativas de educación, capacitación y empleo que no habían tenido antes. De esta manera, se saldará una deuda histórica con un proyecto de futuro”.