Si de transporte urbano se trata, la apuesta de Volvo apunta hacia las unidades eléctricas, las cuales, de acuerdo con Rafael Kisel, Director General de Volvo Buses y Ediltron Gomes,  Gerente de Buses Urbanos y BRT de Volvo México, ofrecen más eficiencia que las de motor a gas natural, reducción del 70% en la emisión de contaminantes y mayor rentabilidad a lo largo de su vida útil, la cual puede extenderse hasta por 15 años.

“La misma energía que se produce al interior de un vehículo a gas, es suficiente para poner en marcha entre dos y tres autobuses realizando la combustión en una planta generadora de electricidad”, precisó Kisel.

Ambos directivos coincidieron en que estas tecnologías aún tardarán alrededor de tres años en incorporarse a nuestro país; sin embargo, no dudan que ese será el rumbo que tomará el transporte en México, tal como sucede en Europa, donde Volvo dejó de vender definitivamente unidades a diesel para dar paso a la comercialización de sus nuevas tecnologías.

Kisel señaló que el reto está en lograr que la gente se decida a dejar sus autos en casa para hacer uso del transporte público, pero destacó que para ello es necesario contar con unidades más eficientes, seguras, rápidas, limpias, cómodas e incluyentes; lo que solo se logrará haciendo una transformación de fondo y no únicamente una renovación vehicular. “Debemos darle a la sociedad lo que requiere y no necesariamente lo que se produce actualmente”, apuntó el directivo.