Todo transportista, sea cual sea su área de especialización, busca aumentar la vida útil de sus unidades y la de cada uno de sus componentes. En ocasiones con acciones realmente sencillas se pueden evitar fuertes dolores de cabeza, una de ellas es cuidar la correcta lubricación de los motores, gracias a ello, se obtiene mayor eficiencia y protección en la operación e incluso un incremento en los intervalos de servicio.

Comenzaremos por decir que la lubricación en prácticamente cualquier maquinaria es básica y necesaria, sin ésta no funcionarían correctamente o lo harían por muy poco tiempo. Sin embargo, en la lubricación influye la viscosidad del producto empleado, pero…,¿qué es la viscosidad? Es la resistencia de un líquido a fluir, y se debe a las fuerzas de cohesión moleculares. La viscosidad más común en la mecánica se expresa en el sistema métrico conocido como centistock (cSt) y mide la fricción interna de las moléculas al actuar sobre ellas.

El principio es sencillo, si la viscosidad es muy baja, el lubricante no soporta las cargas entre las piezas y no cumple su objetivo de evitar el contacto metal con metal.
En cambio, si la viscosidad es muy alta, el lubricante no será capaz de llegar a todos los espacios en donde es requerido, además, se requerirá mayor fuerza para mover el lubricante lo que provoca un mayor desgaste en la bomba de aceite.

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El índice de viscosidad

Otro aspecto fundamental a tomar en cuenta es que la viscosidad tiene una variación inversamente proporcional a la temperatura, por eso su medición y valor siempre está relacionada con ella y con la presión.

Los cambios de temperatura afectan a la viscosidad del lubricante generando cambios en ésta, lo que implica que a altas temperaturas la viscosidad decrezca y a bajas temperaturas aumente.

El grado de viscosidad SAE, empleado en la industria del transporte, se establece a una temperatura estándar y es necesario calcularlo a temperaturas operacionales para determinar la funcionalidad del aceite. La numeración SAE de un aceite es su grado de viscosidad a 100ºC. Por ejemplo, todos los aceites SAE 40 deben tener entre 12.5 cSt y 16.3 cSt a 100ºC.

Sin embargo, el índice de viscosidad (IV) es la medida del cambio relativo de viscosidad del aceite en un rango de temperatura. Mientras más alto sea el índice de viscosidad, menor será el cambio de viscosidad con la temperatura. El IV no está relacionado con la viscosidad real o viscosidad SAE, sino que es una medida del índice de cambio de la viscosidad.

¿Por qué es importante la viscosidad en un motor?

La industria de los aceites y lubricantes trabaja constantemente para establecer la viscosidad óptima, basándose en condiciones de carga y velocidad. Ellos balancean el aceite más ligero o de menor viscosidad, el cual pone poca resistencia al movimiento, ahorrando combustible y transfiriendo potencia de manera efectiva, con un aceite más pesado o de mayor viscosidad, se resiste a ser expulsado del área de contacto entre las superficies de metal.

La complejidad en todo este asunto y como hemos visto anteriormente, es que la viscosidad de un aceite varía con los cambios de temperatura: más delgado al estar caliente, más espeso al estar frío. A temperaturas bajas, se requiere que el aceite de motor fluya con facilidad, es decir, que no se encuentre espeso. A temperaturas altas, necesitamos que el aceite de motor no se adelgace demasiado, condición que puede permitir el contacto metal con metal. Para responder a estas condiciones, los ingenieros han desarrollado aceites de motor multigrados, de los que hablaremos específicamente en una próxima entrega.