En las últimas décadas nuestro país ha experimentado falta de avances en materia de competitividad. De acuerdo con el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial a principios del 2013, México se ubicaba en la posición 55 de un total de 148 países evaluados, con una calificación de 4.34 puntos de un máximo de 7. El país es superado por sus principales socios comerciales: Estados Unidos (5), Canadá (14), Alemania (4), Francia (21), China (29) y España (35), así como por países latinoamericanos como Chile (34), Panamá (40) y Costa Rica (54). Esta información revela que el país no ha mejorado su nivel de competitividad en los últimos años, ya que en el 2006 se ubicaba en la posición número 58, similar a la registrada en 2013.

Uno de los factores que explica la baja competitividad que presenta el país es la dotación y calidad de la infraestructura, al ser el segundo pilar de los 12 que conforman el Índice Global de Competitividad. En materia de infraestructura, a principios de ese mismo año México se ubicaba en la posición 64 de un total de 148 países, con un valor de 4.1 puntos del máximo de 7.

Estos resultados confirman que para alcanzar un crecimiento económico sólido, y sostenido es necesario un adecuado desarrollo de infraestructura. Con una infraestructura eficiente y bien desarrollada se incrementa la integración de los diferentes mercados regionales, ya que se reducen los costos de conexión entre ellos y con el resto del mundo; por lo que la cuestión geográfica deja de ser una limitante para el desarrollo de las diferentes zonas del país. Al conectar a las regiones aisladas con los mercados nacionales o internacionales, se genera una reducción en los costos de transporte de los bienes y mercancías que producen o consumen en dicha región.

Infraestructura y competitividad de las entidades federativas

En un país tan extenso como lo es el nuestro no todas las regiones tienen el mismo nivel de competitividad ya que entran en juego factores como los económicos, sociales, gubernamentales, geográficos, naturales, entre otros.

La competitividad en las entidades federativas del país refleja precisamente lo que acabamos de explicar, así lo reportaba la Escuela de Graduados en Administración Pública (EGAP) del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey cuando publicó en 2012 el Informe sobre “La Competitividad de los Estados Mexicanos, la ruta hacia el desarrollo”. Aun cuando en estos años se ha avanzado en infraestructura, estos resultados nos permiten dimensionar el tamaño de reto que se está enfrentando en este rubro.

El informe reveló que la entidad mejor evaluada en el Índice de Competitividad Global es el Distrito Federal, con una calificación de 0.620 puntos de un máximo de 1.0. Le siguen de cerca los estados de Nuevo León, Querétaro, Colima y Baja California Sur con calificaciones superiores a los 0.550 puntos. Por otro lado, los estados con los más bajos niveles de competitividad son Guerrero y Oaxaca, al no superar en ese año la barrera de los 0.400 puntos. Otros estados con bajos niveles de competitividad son: Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Zacatecas y Puebla.

Estos resultados se explican también es en términos geográficos, ya que las entidades federativas que colindan con los Estados Unidos se ubican en las primeras posiciones del Índice y ninguna por debajo de la mitad, mientras que las entidades del Sur-Sureste del país se localizan en las últimas posiciones del índice, con excepción de los estados de la Península de Yucatán.

Infraestructura en comunicaciones y transportes

El sector comunicaciones y transportes promueve el desarrollo regional equilibrado, al eficientar la movilidad, reducir los costos de traslado y permitir que los bienes lleguen a su destino oportunamente. De esta manera, la política en materia de inversión en comunicaciones y transportes, tiene como uno de sus objetivos promover una mayor vinculación e integración entre las distintas regiones del país y con los mercados internacionales.

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Para que México sea un país más competitivo, productivo y próspero es necesario contar con infraestructura de comunicaciones y transportes de calidad alineada a las necesidades de movilidad y de carga, así como de comunicación.

A pesar de los esfuerzos en infraestructura de comunicaciones y transportes, la inversión ha atendido necesidades e iniciativas que, en muchos casos, han surgido de forma aislada o han carecido de una visión integral. En este contexto, México requiere inversiones oportunas para mejorar y ampliar las redes de transporte y comunicaciones del país y así alcanzar las metas de crecimiento esperado de los próximos años.

Por lo tanto, en la planificación de infraestructura de comunicaciones y transportes se debe tener un enfoque en el cual se priorice el equilibrio entre los modos de transportes, dominado por la carretera, y la optimización de los sistemas de transportes y comunicaciones.

El Índice de Competitividad Global de 2012 del Foro Económico Mundial, situaba a México en el lugar 41 de 144 países en materia de competitividad de infraestructura de transportes, lo que nos posiciona a casi 40 lugares de distancia de nuestros principales socios comerciales y debajo de naciones con desarrollo similar en la región. Es importante considerar los datos de ese año ya que nos darán una perspectiva más clara de los avances que a nivel global y local se logren al finalizar la presente administración.