Como mencionamos en nuestra entrega pasada, el principal motivo del uso de los sistemas de autotransporte público a gas natural radica en los beneficios ambientales que brinda respecto a los combustibles tradicionales como el diésel o la gasolina, principalmente en lo que respecta a la emisión de partículas y óxidos de nitrógeno. Sin embargo, factores como la disponibilidad del gas natural y el desarrollo de la infraestructura para su suministro y consumo han jugado un papel decisivo para la implementación de programas de autobuses y/o camiones a gas natural.

Contar con información precisa sobre los beneficios de estos programas resulta fundamental para los tomadores de decisiones a nivel gubernamental. Precisamente para ellos el Clean Air Institute preparó hace algunos años una Guía que incluye aspectos a considerar para impulsar el uso del Gas Natural Comprimido (GNC) como combustible del transporte público masivo.

El antecedente

La reducción de importaciones de combustibles como el diesel, aunado a una alta disponibilidad doméstica del gas natural y abundantes reservas probadas como en el caso de Pakistán y algunos países latinoamericanos como Perú, han permitido un crecimiento continuo de esta industria durante más de 30 años). El uso del GNC como combustible tiene sus orígenes en Italia durante los años 30, y ha tenido un auge sostenido en este país, sin embargo, en diversos lugares que se han emprendido programas de autobuses a GNC, el éxito ha sido marginal y en diversas ocasiones los programas han terminado en el abandono.

La ventaja en el empleo de GNC es que la tecnología que se emplea actualmente requiere de pocos componentes tecnológicos de vanguardia para producir niveles de emisiones inferiores a los estándares más estrictos a nivel mundial. En contraparte, los motores a diesel actuales, requieren complejos sistemas de inyección y de control de emisiones, así como de convertidores catalíticos de nuevas formulaciones que han venido reduciendo la fiabilidad de estos motores, aumentando sus necesidades de mantenimiento y su costo.

Lo que sí resulta fundamental en el empleo del GNC es garantizar el cumplimiento de los estándares en lo que respecta a seguridad. Asimismo, es indispensable cumplir con los programas de mantenimiento y sustitución de piezas al final de su vida útil, pues de no hacerse de esta manera, los beneficios ambientales y energéticos mencionados se verían anulados por el riesgo asociado al manejo de gas a alta presión en condiciones inseguras.

Barcelona

Barcelona.

El marco regulatorio

Los programas para el uso de GNC dependen en gran medida del desarrollo de un marco regulatorio adecuado y del apoyo de los gobiernos para que se garantice su permanencia. Es importante mencionar que el éxito de los programas está condicionado al establecimiento de estructuras de precios de los combustibles que permitan la rápida amortización de la inversión requerida en los automotores a través de los ahorros obtenidos al utilizar este combustible en lugar de la gasolina y el diesel.

Peru

Perú.

Aun cuando los programas desarrollados tanto para autos como para autobuses y camiones comparten la infraestructura necesaria (suministro de gas, estaciones de abasto y marco regulatorio), sus motivaciones son muy diferentes y es por esto que la mayoría de los programas emprendidos en autobuses han tenido un éxito discreto mientras que en muchos de los casos se observa una clara tendencia al empleo de este combustible en vehículos ligeros, a pesar de que las ventajas de su aplicación en autobuses son más atractivas desde el punto de vista medioambiental y energético, en virtud de que por un lado los autobuses urbanos tienen considerables recorridos diarios. Adicionalmente, cuando el servicio tiene características deseables como rapidez, eficiencia, precio competitivo accesibilidad y ciertas amenidades, puede desincentivar el uso del automóvil particular, con el consecuente impacto benéfico en las emisiones de contaminantes por persona transportada, tal es el caso de los sistemas BRT.

Cómo ha avanzado el uso de GNC en Latinoamérica

La siguiente tabla muestra el panorama de lo que ha sucedido con el uso del gas natural en los países latinoamericanos y en algunos otros que resultan una interesante referencia.

 

 Fuente: NGVA Europe, 2012.

100E4758Es importante señalar que a pesar de que los países latinoamericanos incluidos en el cuadro representan el 32% de universo de vehículos ligeros a Gas Natural, carecen de representación en los autobuses medianos y pesados. Países como Argentina y Brasil conjuntamente constituyen el 27% de los vehículos ligeros, sin embargo, en ambos países el empleo de autobuses a gas natural es prácticamente inexistente. Al analizar el número de vehículos por estación, se observa que para ambos países latinoamericanos con importante participación en el mercado mundial del GNC resulta ser del orden de 1,000 unidades/estación, mientras que en el caso de los Estados Unidos, sobresale el limitado número de vehículos, que es del orden de 100 unidades por estación.

Países como China, Corea e India, se distinguen por su importante participación en autobuses a gas natural que representa el 63% del total a nivel mundial. Cabe mencionar que en estos casos, la principal motivación para el empleo del GNC en autobuses es el cuidado ambiental.

México.

México.

En el caso de China, el sector transporte ha sido el de más rápido crecimiento en términos de energía consumida, demanda de combustibles y emisión de gases de efecto invernadero, destaca el hecho de que a pesar de que el número total de vehículos ha crecido en 60%, las emisiones de contaminantes del sector transporte no ha crecido como consecuencia de la introducción de la flotilla de buses y taxis a GNC.