Así como hemos hablado de los beneficios que los sistemas de inflado automático representan para las flotas y de los desarrollos que algunas empresas proveedoras de la industria han realizado para que sean cada vez más eficientes, hoy les hablaré de una tecnología que rápidamente ha pasado de la planeación, a la realidad.

En 2012 Goodyear sorprendía con el anuncio de una innovación que ese mismo año era incluida en la lista de las “Best Inventions of the Year” de la revista Time, se trataba de la “Air Maintenance Technology” (AMT). Esta tecnología ayuda a mantener una óptima presión de las llantas mientras que el camión está en movimiento dando como resultado: ahorros sustanciales de combustible, una importante reducción en la emisión de dióxido de carbono, aumento en la vida del neumático, mayor duración del revestimiento y seguridad así como la eliminación de la necesidad de inflar los neumáticos de forma manual.

En ese momento la marca aclaró que el trabajo de investigación y desarrollo seguía en proceso, sin embargo, la industria desde entonces esperaba su implementación en el campo, ese momento ha llegado, y ya se encuentra a prueba en flotas de Estados Unidos y Canadá desde octubre del 2014.

GOODYEAR-AMTLa presión lo es todo

Como lo hemos mencionado, mantener la correcta presión de inflado es fundamental para cualquier neumático. Una baja presión de aire provoca serios problemas y éstos se magnifican cuando se trata de tractocamiones y flotas de vehículos comerciales, de hecho, en el 50% de las fallas que sufren los camiones y remolques están involucradas las llantas. Los problemas más comunes causados por baja presión de aire son:

  • Bajo rendimiento de combustible, ya que las bajas presiones aumentan la resistencia al rodamiento.
  • Problemas de desgaste. La baja presión hace que el neumático experimente un desgaste irregular. Esto, inevitablemente, acorta la vida útil del neumático.
  • Daños y explosiones. Si la presión de aire cae por debajo de 25%, la pared lateral del neumático comienza a destruirse, dañando severamente la pared lateral interior. Este daño puede provocar una ponchadura lo suficientemente fuerte como para hacer que se pierda el control de la unidad.

 

Una solución simple pero efectiva

El concepto AMT es simple aunque difícil en su ejecución. Consiste en un tubo que corre alrededor de la circunferencia del neumático, intercalada entre las capas de caucho por debajo de la banda de rodamiento. Este tubo tiene una válvula de flujo de entrada en un extremo, abierto al aire exterior, y una válvula de flujo de salida en el otro extremo que se abre dentro de la llanta. Cuando el sensor de presión determina que la presión del neumático es baja, se abre la válvula de entrada, permitiendo que el aire entre en el tubo. A medida que la rueda gira, el peso del camión comprime el tubo, forzando el aire a través de éste hacia el neumático. El proceso se repite hasta que la presión vuelve a la normalidad, en cuyo punto se cierra la válvula de entrada.

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El sistema resultó tan interesante y prometedor que el DOE (Department of Energy’s Office of Vehicle Technology) de Estados Unidos decidió apoyar el proyecto financieramente y ahora se encuentra en fase de pruebas en diversas flotas estadounidenses y canadienses. Ésta durará alrededor de 18 meses y los resultados que se obtengan en dicha etapa ayudarán a la marca a determinar en qué momento podrá ponerse a disposición del mercado de vehículos comerciales y pesados.

Sin duda se trata de una tecnología que revolucionará a la industria. Nosotros nos mantendremos pendientes de su desempeño así como del surgimiento de nuevas tecnologías.