La Selective Catalytic Reduction (SCR) es una tecnología que convierte, con la ayuda de un catalizador, los óxidos de nitrógeno –también conocidos como NOx–, en nitrógeno diatómico, (N2), y agua, (H2O).

Este sistema de control de las emisiones fue utilizado inicialmente en centrales eléctricas propulsadas por carbón con el objetivo de limpiar los óxidos de nitrógeno (NOx) de los gases de escape. Con el tiempo se logró establecer que estas emisiones son sumamente nocivas para la salud y han sido relacionadas con enfermedades respiratorias y algunos tipos de cáncer, de ahí que disminuir su emisión al medio ambiente se haya convertido en un asunto prioritario, especialmente para la industria del transporte.

En el año 2006, la tecnología SCR se introdujo de manera exitosa al mercado europeo de los vehículos diesel respondiendo así a los límites establecidos por la Comisión Europea en sus normas Euro IV y Euro V.

Su funcionamiento

Para que el sistema SCR funcione es indispensable el uso de urea líquida conocida como AdBlue junto con un catalizador de vanadio o de metal común montado en el silenciador del vehículo para reducir los óxidos de nitrógeno convirtiéndolos en vapor de agua y nitrógeno atmosférico. Esta reacción se produce de manera externa al motor, en el sistema de escape, y es conocida como «after-treatment» y es esta la principal diferencia frente a los motores que incorporan la tecnología EGR. El sistema SCR tiene el potencial de alcanzar un porcentaje de reducción de los NOx superior al 80%, permitiendo que el motor se ponga a punto para obtener su máxima eficiencia. Adicionalmente, este sistema ofrece un ahorro de combustible de entre 3 y 5%, ventaja realmente apreciada por los transportistas.

En la zona de mezcla, los gases se pulverizan con AdBlue. Cuando llegan al catalizador, el óxido de nitrógeno (NOₓ) se transforma eficazmente en inocuos gases de nitrógeno y agua.

En la zona de mezcla, los gases se pulverizan con AdBlue. Cuando llegan al catalizador, el óxido de nitrógeno (NOₓ) se transforma eficazmente en inocuos gases de nitrógeno y agua.

Pero detengámonos un momento en lo que es el AdBlue. Se trata de un catalizador que contiene 32.5% de urea en agua desionizada. El AdBlue, como lo mencionamos antes es fundamental para el correcto funcionamiento del SCR. A diferencia del diesel, el AdBlue es una solución limpia y no tóxica, que se puede manejar con seguridad y no daña al medio ambiente. AdBlue no es un combustible ni un aditivo para el combustible.

Para cumplir con los límites de emisión en vehículos, establecidos por las normas Euro IV y Euro V, los principales productores europeos de camiones, ofrecen vehículos equipados con motores con SCR, no así MAN y Scania que se han centrado en el uso de la llamada EGR (Recirculación de Gases de Escape).

Es importante señalar que los vehículos provistos de AdBlue, deben contar con un sistema de vigilancia del tanque a bordo con el fin de garantizar que las emisiones de NOx de los vehículos permanezcan por debajo del límite legal en todo momento.