El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la desaceleración en 2022 de las economías de América Latina y el Caribe es inevitable e instó a cuidar las finanzas públicas y generar políticas estructurales enfocadas en impulsar el crecimiento.
En su más reciente proyección para la economía global, el FMI recortó de 3.0% a 2.4% su previsión para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe.
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La revisión se da en un contexto de una elevada inflación en importantes economías de la región –Brasil, Chile, Colombia, México y Perú–, con precios que subieron 8.3% el año pasado, el salto más grande de los 15 últimos años, por encima de lo registrado en otros mercados emergentes.
El FMI consideró que las expectativas a largo plazo para la inflación se mantienen bien ancladas, pero no es así para el corto plazo, aspecto que mantendrá en alerta a los bancos centrales y los llevará a actuar ajustando aún más sus tasas.
El crecimiento del PIB de América Latina y el Caribe se verá afectado, añade, por el enfriamiento de las economías de China y Estados Unidos.
A lo anterior se suma las continuas interrupciones del suministro de insumos y trabajo, el endurecimiento de las condiciones monetarias y de financiamiento, y la aparición de la variante Ómicron.
El FMI consideró que los países de la región deben asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas, incrementar el crecimiento potencial y hacerlo de una manera que promueva la cohesión social y corrija las inequidades sociales.
Reconoció que esos retos existen, incluso, antes de la pandemia y que su implementación llevará tiempo. Por ello expuso que las autoridades deberían comenzar ya a elaborar una estrategia exhaustiva para abordarlos y cultivar un consenso social en torno a esa estrategia.
Evaluó que los gobiernos de América Latina y el Caribe tendrán que combinar la lucha contra la inflación con políticas estructurales que reactiven el crecimiento.
De hecho, México y Brasil son las economías a la que el FMI recortó en mayor medida su expectativa de crecimiento para este año.
Para el primer caso el ajuste fue de 4% en su estimado de octubre a 2.8% en su reciente informe; en el caso de Brasil también fue de 1.2 puntos, de 1.5% a solo 0.3 por ciento.
