La Vicepresidencia Regional de Occidente de la Canacar abarca uno de los puntos geográficos y logísticos más importantes del país, principalmente por las conexiones con Asia a través del Océano Pacífico. 

Colima, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Sinaloa conforman una región fundamental para la entrada y salida de mercancías en México. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estas cinco entidades aportaron el 12.3% del PIB nacional en 2021, además de que en transporte carretero participaron con el 8.5% del comerio exterior a nivel nacional. 

Hablar, por ejemplo, de la industria maquiladora, la manufactura con alto valor agregado, la producción de tequila o el transporte de berries y aguacates, deja ver la relevancia regional tanto para el sector como para la vida económica del país. 

La Dirección General del Autotransporte Federal (DGAF), por otro lado, señala que la región occidente cuenta con 30,861 permisionarios de autotransporte federal, lo que representa 14.6% de todo el país, con una flota de 77,927 vehículos, es decir, el 12.8% del parque vehicular nacional. 

¿Cuál es la realidad que vive cada estado?

Aunque Jalisco suele ser la entidad con mayor participación en la economía de la región, uno de los temas más preocupantes para esta vicepresidencia está un poco más arriba, en el puerto de Manzanillo, el más importante del país y cuya infraestructura no necesariamente le hace justicia. 

No es la primera vez que Rivas Barba señala que hace falta mucha inversión para mejorar la infraestructura alrededor del recinto portuario, desde el acceso, pues la carpeta asfáltica no es la adecuada, y no solo eso, sino que son los propios transportistas quienes han tenido que juntar recursos para el mantenimiento. 

“No es solamente un asunto del maltrato y desgaste que sufren los vehículos al circular por vialidades en condiciones deplorables, sino que todo esto repercute en los tiempos de carga y descarga. Luego de estar ahí, esperando horas, a los operadores se les exige llegar a tiempo a su destino, pero no siempre se considera que llevan arrastrando horas de mal dormir, sin descanso y, a veces, incluso sin comida”, acusa José Antonio Rivas Barba, titular de Canacar Occidente.

En la Perla Tapatía, por otro lado, se siguen viviendo situaciones de sobrerregulación que, como se ha dicho en repetidas ocasiones, los transportistas están de acuerdo en el ordenamiento vial en pro de la movilidad, pero eso no quiere decir que puedan ni estén dispuestos a pagar permisos para circular por las avenidas de todo Jalisco.

Y más abajo, en Michoacán, el Estado de derecho está en crisis, pues cada vez es más común que grupos de habitantes tomen las carreteras o las casetas para cobrar el paso a su antojo, además de las tomas de las vías del ferrocarril, que no solo se traduce en pérdidas económicas, sino que compromete la producción y el abasto en toda la región. 

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La inseguridad, en este sentido, se ha disparado en las vías que conectan a estas tres entidades, ya que ha crecido considerablemente el robo de contenedores, principalmente entre Guadalajara y Manzanillo. Algo que desafortunadamente se ha presentado este año, con gran preocupación, es el robo de nodrizas que transportan vehículos nuevos, una situación que antes no existía. 

Este tema no es exclusivo de una entidad, sino que se trata de un reto para todo el país. Sinaloa y Nayarit, en esta región, no son la excepción, siendo que al representar la conexión hacia el norte, la operación también está comprometida por el alto índice de robos carreteros. 

¿Y la falta de operadores?

Uno de los bastiones para la Canacar Occidente es que de los 22 semilleros para conductores que hay en el país, cinco de ellos están aquí: uno en Colima, otro en Jalisco y tres en Sinaloa, además de que están gestionando para establecer al menos un par más: en Michoacán y en Nayarit.

Pero no solo se trata de crear escuelas para operadores, sino de profesionalizar y dignificar a todo el sector, con capacitaciones periódicas para conductores, pero también para personal administrativo, técnico y gerencial pues, hoy más que nunca, el autotransporte requiere empresas con estándares de calidad cada vez más altos. 

“Eso sí está en nuestras manos, y necesitamos de la participación, el trabajo y el compromiso de todos los actores de la cadena logística. Solo así, con diálogo, acuerdos y acciones podemos enfrentar los retos del sector, desde la falta de operadores hasta el tema de la inseguridad”, señala el entrevistado. 

Por último, el vicepresidente de Canacar Occidente confía en que con estas bases, el autotransporte en la región pueda seguir creciendo con pasos sólidos, dado que el cierre de año luce prometedor y el mundo, después de la pandemia, ha creado oportunidades para aquellos que se atrevan a dar un salto cualitativo en su operación.