Los vehículos doblemente articulados tienen el índice de víctimas por accidentes más baja del autotransporte en el País, de acuerdo con un análisis de Manuel Molano, Director General Adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El total de los afectados por siniestros que involucra un full apenas asciende a 1%, señala en su análisis Competitividad regulatoria del sistema de transporte de carga, realizado a partir del debate por la prohibición de los doble remolque.
Las cifras están basadas en el Anuario Estadístico de Accidentes en Carreteras Federales 2014 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que señala que de un total de 18,007 accidentes reportados ese año, los vehículos doblemente articulados estuvieron involucrados en 774 siniestros.
En contraste, los vehículos ligeros, en 18,489; el camión unitario, en 3,574; el articulado, 1,857; la motocicleta, 1,269; autobús, 805; bicicleta, 202; y otros –que incluye no identificados y ferrocarril, 1,360.
De la totalidad de los siniestros, los errores humanos son la principal causa de los accidentes, indica el estudio del IMCO. El 73.2% está relacionado con el conductor, 38.8% por velocidad excesiva y 5.7% por las condiciones del vehículo.
De este último aspecto, 4.4% fueron por la carga, dimensión o peso del vehículo, es decir, 0.2% del total.
El Senado definirá en los próximos meses si se deberá modificar la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal o se adecua la NOM-012, con las que se busca reforzar la seguridad de todas las configuraciones vehiculares, incluidos los fulles.
Ante las posturas que impulsan una regulación que prohíba el tránsito de estos tractocamiones y limite el transporte de mercancías a vehículos de un solo remolque, el experto indica que tal medida no tendrá un efecto en los accidentes y sí en los costos de privados de operación.
Es decir, habrá un incremento en costos de traslado y precios de productos, disminuirá la demanda y provocará un menor volumen de mercancías.
Las modificaciones a la normatividad que regula los fulles, concluye el análisis, no deben dejar de lado el monitoreo de conductores y la velocidad, los estándares de las condiciones físicas del vehículo y seguridad, así como las condiciones de acceso a vías de comunicación.
