La empresa estadounidense de transporte Yellow Corp. se declaró en bancarrota tras semanas de negociar infructuosamente con el sindicato de operadores (Teamsters), situación que provocó el despido de 30,000 empleados, 22,000 de los cuales son integrantes del sindicato.

«El Sindicato de Teamsters recibió notificación legal hoy de que Yellow Corp. está cesando sus operaciones y declarándose en bancarrota«, informó el sindicato en comunicado emitido el 31 de julio.

«La noticia de hoy es desafortunada pero no sorprendente. Yellow ha demostrado históricamente que no podía manejarse a sí mismo a pesar de los miles de millones de dólares en concesiones a los trabajadores y los cientos de millones en fondos de rescate del Gobierno federal. Este es un día triste para los trabajadores y la industria de carga estadounidense», dijo el Presidente General de Teamsters, Sean M. O’Brien.

El sindicato se comprometió a garantizar que los miembros «estén protegidos y notificados con la información más reciente«; asimismo, advirtió que está implementando una infraestructura para ayudar a los miembros afectados.

Los Teamsters son el sindicato más grande y diverso de Estados Unidos. En 1903, Teamsters comenzó como una fusión de las dos principales asociaciones de operadores. Los Teamsters son conocidos en el sector transporte por representar a operadores de carga y los trabajadores de almacén; sin embargo, a lo largo de los años han organizado a trabajadores en prácticamente todas las ocupaciones.

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Empresa centenaria

Yellow, antes llamada YRC Worldwide, llevaba semanas negociando con los Temasters sin llegar a un acuerdo sobre los temas de pensiones y seguro médico.

La semana pasada, la empresa con 100 años de antigüedad evitó una huelga de los empleados; sin embargo, no lograron superar los temas de pensiones y seguro médico.

De acuerdo con Yellow, el propio sindicato estaba bloqueando los esfuerzos de reestructuración y modernización, los cuales eran vitales para el mantenimiento de la compañía y su capacidad para refinanciar una deuda de alrededor de 1,300 millones de dólares.

Parte de esa deuda se trató de un préstamo de 700 millones de dólares, otorgado por el gobierno del entonces Presidente Donald Trump, con el objetivo de superar las consecuencias de la pandemia de Covid-19; dicho préstamo implicó una participación del 30% en la empresa.

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Pidió ayuda a Biden

Hace un mes, el CEO de Yellow, Darren Hawkins, envió una carta al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden; en ella, le solicitaba su ayuda para negociar con los Teamsters.

En la carta responsabilizaba a los empleados sindicalizados porque la empresa estaba «a punto de cerrar sus puertas debido a una disputa laboral persistente e intratable con la International Brotherhood of Teamsters (IBT)».

«A pesar del apoyo de su Administración, estos esfuerzos han resultado infructuosos para lograr que ambas partes se sienten a la mesa«, exponía Yellow.

«Como resultado de la intransigencia sindical, el plan de negocios de Yellow se ha congelado. La empresa ha perdido cuota de mercado y no ha podido obtener préstamos adicionales para las operaciones comerciales diarias», agregaba.

La carta advertía que, de cerrar operaciones, se perderían 30,000 empleos, de los cuales 22,000 eran de personal sindicalizado

«El impacto va más allá de Yellow. Yellow contribuye con 34,000 millones de dólares de actividad económica adicional por año en función de sus ingresos anuales de 5.2 billones y crea 57,390 puestos de trabajo estadounidenses adicionales. Yellow tiene una participación de mercado del 10% en el sector del negocio de camiones, y no hay precedentes en la industria de una falla de esta magnitud», concluía la carta.

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