La gran mayoría de los accidentes viales son evitables. Además de una cultura de prevención, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) busca fomentar mejores prácticas para que todos: Gobierno, legisladores, policías, ciudadanos, usuarios y proveedores del transporte, asuman su responsabilidad y contribuyan a favor de la seguridad vial.
Bajo esa premisa se llevó a cabo el Congreso Nacional de Seguridad Vial, evento que, durante dos días, congregó a los principales actores en esta materia y en el que se expusieron casos de éxito, estadísticas, recomendaciones y puntos de vista para que desde las diferentes trincheras se mitiguen los incidentes carreteros.
Durante el segundo día de actividades, Manuel Molano, especialista del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que apostarle a la seguridad vial es un asunto, por un lado, de responsabilidad civil, y por otro, también de inversión en las empresas mexicanas, ya que prevenir un accidente se traduce en ahorros sustanciales.
Al margen de la configuración vehicular que ofrezca una empresa de transporte, la seguridad y competitividad de su servicio dependerá de respetar las regulaciones, darle mantenimiento adecuado a las unidades y capacitar a los operadores, pues desde la camioneta de tres y media, pasando por el torton, el rabón y el doble remolque, el riesgo aumenta en la medida en que no se respeten los límites de velocidad, pesos y dimensiones.
Como casos de éxito, Cemex, Fábrica de Jabón La Corona y FEMSA Logística compartieron los beneficios que les ha traído la autorregulación, pues las condiciones de seguridad de su transporte son resultas de origen.
Al ser procesos de autorregulación certificados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), las unidades de estas empresas circulan de forma segura y sin ser sometidos a revisión por la autoridad, pues cuentan con el distintivo de que cumplen con las normas y, naturalmente, no pierden tiempo en retenes y detenciones de protocolo.
Jonadab Martínez, presidente de la Comisión de Movilidad de la Cámara de Diputados, ahondó sobre la Ley de Seguridad Vial, que contempla, entre otros temas, un registro nacional de conductores, la creación de una agencia de seguridad vial y hasta acuerdos con aseguradoras para crear estímulos a las flotas que cuentan con buenos conductores, ya que representan menos riesgos.
Por otro lado, Adolfo Aguilar Zinser, director general de Medicina Preventiva de la SCT, dijo que los accidentes viales no son solamente un problema de transporte o logística, sino de salud pública, ya que los daños provocados por estos incidentes le cuestan al país 1.7% del PIB nacional.
Para clausurar el evento, Alex Theissen, presidente de la ANTP, se dijo agradecido y satisfecho con el Congreso, ya que queda claro que todos los actores están interesados en mejorar la seguridad vial del país.
Ahora, agregó, hay que darle seguimiento a todas las buenas prácticas aquí vertidas, pues queda claro cuál es el papel de cada quien: autoridades, vigilar y hacer cumplir la ley; empresas, apostarle a la capacitación; pues los esfuerzos aislados no llegarán tan lejos como lo harán si hacen en conjunto.
Ésta fue la primera edición del Congreso y Alex Theissen señaló que habrá un segundo en 2018, en el que además de las charlas y conferencias, habría talleres para llevar a la práctica todas las recomendaciones de los especialistas.