Como resultado de los ocho operativos implementados en 2017, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) detectó el manejo irregular de 440 toneladas de residuos peligrosos, los cuales son transportados en más de 26,000 kilómetros de carretera del país y en las aduanas más importantes del territorio nacional.

El objetivo de dichos operativos estuvo motivado por el interés de verificar que los materiales, sustancias y residuos peligrosos fueran transportados de manera ambientalmente adecuada a lo largo y ancho del país.

De los residuos peligrosos manejados inadecuadamente se detectaron 25 mil litros de aceite gastado, 247 toneladas de tierra contaminada con hidrocarburos, 30 toneladas de sólidos impregnados con distintos contaminantes y 89 toneladas de baterías usadas plomo-ácido.

PROFEPA instaló 542 puntos carreteros de inspección en los 32 estados del país y realizó 197 recorridos de inspección en las aduanas más importantes del territorio. En promedio, se detectaron 54.5 toneladas de residuos peligrosos por operativo nacional, al verificar 30,830 unidades de carga que transportaban 277 mil 413 toneladas de mercancías en general.

También, se instauraron 47 procedimientos administrativos y fueron aseguradas 13 unidades de transporte, al carecer de las autorizaciones correspondientes. Cuatro personas fueron puestas a disposición del Ministerio Público de la Federación por infringir las disposiciones ambientales vigentes.

La meta perseguida con la puesta en marcha de estos operativos es inhibir el riesgo de daño a los ecosistemas y a la salud de la población; además que los movimientos transfronterizos de estas mercancías se hagan con estricto apego a las obligaciones ambientales vigentes, a fin de evitar su posible tráfico ilegal y cumplir con el marco regulatorio internacional.

Como parte de los operativos se llevó a cabo la verificación de 30,830 unidades de carga, entre las que fueron detectadas 440 toneladas de residuos peligrosos con irregularidades.

De los residuos peligrosos manejados inadecuadamente se detectaron 25,000 litros de aceite gastado, 247 toneladas de tierra y lodo, 30 toneladas de sólidos impregnados con distintos contaminantes y 89 toneladas de baterías usadas plomo-ácido (BUPA).

También fueron detectadas 16 toneladas de celusol, 14 toneladas de residuos de lámparas fluorescentes carentes de la autorización de SEMARNAT y con embalaje inadecuado, así como 6.72 toneladas de residuos biológicos infecciosos sin los permisos correspondientes.

Durante estos operativos se contó con el apoyo de 1,072 oficiales de la Policía Federal, 406 oficiales de las policías estatales, 91 oficiales de las policías municipales, 580 elementos de la Administración General de Aduanas, 731 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional 52 elementos de la Secretaría Marina y 137 elementos de otras instituciones.

Los estados en donde se encontraron las mayores irregularidades fueron: Chihuahua, Tamaulipas, Hidalgo, Nuevo León, Baja California Sur, Guanajuato y Chiapas.

Asimismo, se ordenó el aseguramiento de 14 unidades de transporte en los estados de Aguascalientes, Baja California Sur, Estado de México, Jalisco, Morelos, Nayarit y Tamaulipas, y se puso a disposición del Ministerio Público de la Federación a 4 personas en el estado de Morelos.