Ante la creciente ola de participación de empresas chinas en el mercado de vehículos, tanto de ligeros como de pesados y del interés de estas por fabricar en el país, México debe buscar una política industrial de integración con China, sin reglas restrictivas, pero si en condiciones de sana competencia, y que repercutan en riqueza para nuestro país, señaló David Renato Nájera Rivas, presidente de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano.

Para el Embajador es necesario que el gobierno mexicano trabaje en generar condiciones de sana competencia y que dicha política industrial repercuta en la generación de riqueza para México; de lo contrario, “permitir simplemente la importación y exportación de los vehículos, sin riqueza nacional sólo va a producir empleos en México y algo de impuestos, pero no va a generar riqueza”.

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En entrevista, expuso que es sorprendente saber que toda la producción de China llega ya armada, “me sorprende que no estén estas reglas de integración de industria nacional”, porque México no tiene un acuerdo comercial con China y son temas en los que se debe trabajar.

Para el diplomático uno de los motores de esta ola de interés para instalarse en México, es que existe una sobrecapacidad en la producción de China, que el mercado chino no es tan dinámico como el mexicano y el conflicto comercial que existe entre el país asiático y Estados Unidos.

No obstante, Nájera Rivas destacó que las empresas chinas ven a México como una antesala para exportar a Estados Unidos, “cuándo ellos instalen fábricas aquí con un grueso de componentes chinos van a tratar de entrar al mercado estadounidense y es ahí donde vamos a ver una disputa porque el TMEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) es claro en componentes y reglas de origen”.

Refirió que sabe del interés de al menos cinco marcas chinas para instalarse México “he visto marcas que están por venir que no existían hace ocho años, eso habla de la dinámica empresarial que tienen de la capacidad de crear marcas y lo difícil o imparable que van a ser si no se regula”.

De acuerdo con el Embajador, las empresas chinas podrán usar al mercado mexicano para exportar a otros países de la región y porque eventualmente está creciendo la demanda y esta puede ser complementaria considerando la reducción en compras de vehículos en su país.

Este comportamiento de las asiáticas es tanto para empresas de vehículos ligeros, como la de vehículos pesados, algunas de las que participan en la industria de ligeros provienen de la industria pesada, detalló.

El diplomático destacó el respaldo financiero de las empresas chinas que les permite incursionar con mucha mayor facilidad que otras empresas. En la mayoría de las compañías hay una propiedad estatal todavía, aparece alguien como el propietario, pero en general son empresas todavía estatales.

Por lo anterior, explicó, “tienes la compra asegurada de tu producción te salgan bien o mal los camiones, estén bonitos o feos y los vas evolucionando y los vas mejorando, a una velocidad en donde una empresa occidental no lo podría hacer”, apuntó.